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Crónica roja
Fue a dejarle la merienda a su padre y un sujeto lo asesina en la funeraria de su pariente
Ocurrió en el cantón Daule. El occiso, de 32 años de edad, no tenía antecedentes penales. Al parecer fue una muerte direccionada. Con cuatro tiros le quitaron la vida.
“No llegaron para comprar un cofre mortuorio, sino para asesinar a Hugo”, expresa con impotencia José, quien la madrugada del 4 de febrero acompañó a los familiares de Hugo Jiménez para retirar el cuerpo de su amigo de la morgue del cantón Daule, provincia del Guayas.
Jiménez, de 32 años, fue acribillado en el interior de la funeraria de su padre, llamada ‘Dios es para todos’, ubicada en el centro de la parroquia urbana Banife, calles Santa Lucía y Balzar (Daule).
El viernes 3 de febrero, a las 20:00, el treintañero llegaba al negocio de su progenitor, Wilson Fernando Jiménez Romero, para dejarle la merienda.
En ese momento aparecieron dos desconocidos en una motocicleta. Uno de ellos se bajó rápidamente y sorprendió al joven en la oficina del local, le descargó cuatro tiros en la espalda y abdomen, dejándolo gravemente herido.
Sus sicarios fugaron a gran velocidad de la escena del crimen, ante la mirada atónita del padre de la víctima, quien no pudo hacer nada para detener a los gatilleros.
El estruendo de la balacera alarmó a los pobladores de Banife, quienes comunicaron el hecho violento a la Policía Nacional.
Los familiares de Hugo, en su afán de salvarle la vida, lo trasladaron en una camioneta hasta el Hospital Vicente Pino Morán (de la localidad), donde solo se confirmó su fallecimiento.
Supervisión médica
Wilson, de 61 años, hasta la mañana de ayer estaba bajo supervisión médica, ya que fue el testigo presencial del asesinato de su descendiente, a quien no se le robaron nada, fueron directo a ejecutarlo.
La subteniente Mayra Guananga Oviedo, de Dinased Salitre, tras levantar los indicios dentro de la funeraria, sostiene que no encontraron ningún indicio balístico y se confirma que un revólver fue usado para terminar con la vida del joven, quien era soltero y el tercero de cuatro hermanos.
Con su voz entrecortada, Rocío Rendón manifestó a EXTRA que su sobrino no tenía enemigos, ni problemas con nadie. “No sabemos por qué se dio su muerte, esto no fue por asaltarlo, el crimen estaba dirigido”, expresó la allegada.
“En 16 años que tienen laborando mi hermano y mi sobrino nunca se dieron problemas. Es un dolor tan grande lo que está viviendo la familia”, acotó.
Iván Tutivén Alvarado, del recinto Boca de las Piñas, recordó al occiso, su amigo, como una persona solidaria que con su trabajo de exequias ayudaba a quien lo necesitaba.
El fiscal de Daule, Walter Jaramillo Lino, hasta el cierre de esta edición continuaba con varias pericias, ya que en la funeraria donde ocurrió el crimen no existen cámaras de seguridad.