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Judicial
Cuenca: Hombre se enfrentó a presunto delincuente y 'milagrosamente' sigue con vida
La víctima, tras forcejar con el presunto ladrón, recibió tres disparos de arma fuego: dos en el pecho y uno en el rostro. Sus heridas son superficiales por ventaja.
Casi pierde la vida por evitar que le roben el celular. Cristian, un hombre de 36 años de edad, se recupera de dos heridas en el pecho y una en la cara, provocadas por arma de fuego que le habría propinado uno de dos presuntos delincuentes. Las heridas no fueron graves, según los socorristas de bomberos que acudieron a la emergencia. El hecho fue reportado cerca del 23:00 del sábado 28 de enero del 2023, desde las calles Granham Bell y Yaupi, al norte de Cuenca.
La víctima había participado de un juego de ecuavoley, como todos tos sábados, junto a tres amigos, en una cancha cercana a una tienda del barrio de Miraflores.
Tras el partido y ya en horas de la noche, los cuatro deportistas se dirigieron hasta el local de abarrotes para tomarse unas ´bielas bien heladas´.
Habían tomado como cuatro o cinco cervezas, y de pronto asomaron dos sujetos en una motocicleta, quienes fingieron comprar unos cigarrillos, de acuerdo al testimonio de uno los cuatro jugadores.
Fue en ese momento. Dijo, que uno de ellos blandió un arma de fuego y con insultos pidió que le entreguen los celulares, mientras el otro sujetos aguardaba en la moto encendida.
Cristian intentó forcejar con el tipo que le arrebató el teléfono, pero el sujeto activó el arma disparando a quemarropa.
“Mi amigo cayó al piso. Nosotros intentábamos auxiliarle en medio de los disparos de armas de fuego que realizaban los dos individuos, quienes fugaron del sitio con rumbo desconocido”, adujo el testigo y amigo del herido.
En el sitio personal policial tomó procedimiento, hallando como unos ocho indicios balísticos, con los que iniciaron el proceso investigativo para dar con los presuntos autores del hecho.
Mientras tanto Cristian, la víctima de los disparos, recibió la atención prehospitalaria de los socorristas de cuerpo de bomberos, quienes explicaron que “milagrosamente son solo heridas superficiales”, y su vida no corre riesgo.