Sentada en una funeraria vacía de Riobamba, provincia de Chimborazo, Rosa Bravo pide justicia por la muerte de su hija Fernanda Valle, de 33 años, cuyo cuerpo fue hallado en la habitación que compartía con su pareja.

Un familiar toma la mano de doña Rosa, quien, entre sollozos, recuerda que hace una semana su hija la llamó por teléfono. “Me dijo: mamita, quiero hablar con usted, verle, hacer una parrillada. Le respondí que sí, pero por el trabajo no concretamos”, dijo.

Rosa es oriunda de Manabí, pero se mudó junto con su hija a Riobamba hace muchos años.

Fernanda muy joven se enamoró y contra toda razón que exponía su familia formó hogar con Edwin C. La pareja llevaba 13 años de relación y se dedicaba a vender jabones y desinfectantes de forma ambulante.

“Casi no la veíamos, a él no le gustaba que nos visite, y si venía a mi casa siempre era con él y todo el tiempo estaban juntos, no la dejaba”, añadió la madre.

Cerca de las cuatro de la madrugada de este lunes 12 de diciembre de 2022, policías tocaron a su puerta para darle la terrible noticia.

Luis Montesdeoca, jefe de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) Chimborazo, indicó que al 911 se reportó que en un domicilio había una persona sin signos vitales.

“En la habitación destinada al dormitorio estaba el cuerpo de una mujer en posición sedente (sentada). Su pareja indicó que se encontraban libando y que se dio cuenta de que estaba fría y llamó al 911”, indicó.

En la autopsia se determinó que un trauma craneoencefálico le causó la muerte a Fernanda, por lo que califica como una muerte violenta. Montesdeoca detalló que en el sitio también se recogió evidencia de posibles agresiones. En el rostro y varias partes del cuerpo, la víctima presentaba hematomas.

El caso se procesa como un posible femicidio y el hombre fue detenido, como sospechoso de la muerte.