Los secuestros, en Ecuador, no han sido pocos en este 2023. Esta semana, en Guayaquil, agentes policiales rescataron a una joven que vino desde Ibarra para encontrarse con un ciudadano que la habría conquistado, pero al verla la raptó y pidió dinero por su liberación.

El caso se suma a otros, también ocurridos en la capital guayasense, teniendo como víctimas a taxistas o comerciantes por quienes sus captores piden plata.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) no solo dispone sanciones para los implicados en secuestros, sino también para quienes fingen sufrir este delito.

El último caso del que se haya conocido, según informó la Fiscalía, ocurrió el 8 de abril de 2023. Un adolescente, en la provincia de Orellana, supuestamente fue secuestrado mientras llegaba a su casa. 

Al día siguiente, su madre empezó a recibir llamadas en las que le pedían 10.000 de rescate. Pero luego, la Policía descubrió que el chico, junto a tres adultos, hizo pensar a su familia que fue raptado. Finalmente lo sentenciaron por el hecho.

En el artículo 163 del COIP se estipula una privativa de libertad de seis meses a dos años, para la persona que simule estar secuestrada.

El caso del adolescente no es el único. Según la página web de la Policía Nacional, en agosto de 2017, en Guayaquil, gendarmes localizaron a un hombre en un taxi, luego de haberlo estado buscando por una alerta de secuestro. El hombre, de acuerdo al reporte, confesó que mintió al respecto para intentar recuperar una relación sentimental.

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