“No sabemos por qué lo asesinaron, era buen amigo y vecino”, eso decían los pobladores del recinto San Vicente, quienes lamentaban la muerte de Vicente Figueroa, quien el 5 de diciembre fue acribillado, a las 17:00, en el kilómetro 111 de la vía Balzar - El Empalme, Guayas.

El agricultor conducía una moto por la vía antes mencionada y fue interceptado por otro vehículo liviano en el que se desplazaban sus victimarios, quienes le dispararon y fugaron con dirección a El Empalme.

Criminalística recogió dos casquillos percutidos 9 milímetros, dijo el teniente coronel Horacio Pérez, jefe del Distrito Policial de Balzar.

Everson Figueroa contó a miembros de la Dinased que su padre fue hacia Balzar para hacer trámites y comprar una sonda para su abuelo. “A los 15 minutos de la salida del recinto un pariente me llamó para decirme que mi papá se había accidentado, pero estaba baleado”, expresó el hijo.

Otro allegado considera que el crimen fue porque el occiso ‘correteaba’ a consumidores de sustancias sujetas a fiscalización de un solar vacío cercano a su casa.

El otro ‘quebrado’

El 5 de diciembre, los familiares de Gary Cecilio Vera (36 años) trataban de consolarse ante la pérdida de su consanguíneo, quien fue hallado en el camino polvoriento de una hacienda del recinto El Cerrito, a diez minutos de la cabecera cantonal. Presentaba un disparo de cartuchera en la espalda.

Gary era oriundo de Esmeraldas, pero residía hace tres meses en Balzar.

“Esta muerte sería por un problema sentimental. Presuntamente el occiso andaba con una mujer que no le pertenecía, esta supuestamente sería la motivación”, indicó el teniente coronel Pérez, quien señaló que en ambos asesinatos no se les robaron nada, fueron directo a matarlos y no cuentan con antecedentes penales.