El 19 de julio, Rolando Chóez pidió permiso en el trabajo para legalizar la denuncia de la desaparición de su progenitor, pero a eso de las 08:00 lo llamaron a decirle que el cuerpo de Galo Chóez Macay fue hallado flotando en el río San Pablo del cantón Babahoyo, Los Ríos.

Misteriosamente el hombre, de 60 años, terminó ahogado la noche del sábado 16 de julio, después de que sus hijos le festejaron su onomástico.

Rolando precisó que ese mismo día su papá viajó desde el cantón Milagro, provincia del Guayas, hasta la parroquia Barreiro de Babahoyo, con el fin de celebrar un año más de vida y conocer a sus tres nietos (dos niñas y un varón).

"Él trabajaba en un restaurante en Milagro y estaba ahorrando para venir a conocer a su nieto. Le hicimos una comida en familia y luego salió a seguir celebrando en el centro de Barreiro", detalló el pariente.

Alrededor de las 22:00 le pedían que vaya a la casa, en el sector Victoria del Pueblo, pero el hombre se puso necio y aparentemente quería seguir libando. La mañana del domingo 17 de julio, nadie dio razón de su paradero y fue entonces que empezaron a buscarlo.

Hasta la tarde del lunes 18 de julio, Rolando confirmó que recorrió junto a parientes la parroquia, preguntaban si alguien lo había visto. Conforme pasaban las horas empezaron a desesperarse y la búsqueda terminó como menos lo esperaban.

El cadáver de Galo presentaba un avanzado estado de descomposición, por lo que fue puesto en un plástico y trasladado a la morgue de Babahoyo. Los hijos del difunto recordaron haberlo visto feliz el día de su cumpleaños, pero ahora lo despedirán con café y roscas.

Aún no se establece si él mismo quiso terminar con su vida, debido a que estuvo diciendo que padecía de una enfermedad terminal. De su lado, los familiares tampoco confirmaron que haya tenido algún otro intento de acabar con su existencia.