Entre el viernes 19 y sábado 20 de agosto de 2022, José Octavio Tapia, de 62 años, habría realizado una fiesta en su casa, en el sector El Cebollar, al noroeste de Cuenca, provincia del Azuay. La noche de este martes 23 de agosto lo hallaron muerto y cubierto de cemento, en el sótano.

El cuerpo en estado de descomposición estaba dentro de una bañera de bronce, la cual estaba oculta en el sótano de la vivienda de una planta, de propiedad de la víctima, según explicó el socorrista de bomberos Jorge Guerrón, miembro del grupo USAR, especialista en extracción de personas atrapadas en espacios cerrados y estructurales, quien dirigió el rescate del cadáver.

Algo más de una hora y media les tomó a los bomberos recuperar el cadáver de Tapia, en el inmueble de las calles José Ortega y Platón, donde la víctima residía sola.

El hormigón llevaba unos cuatro o cinco días en proceso de fraguado y estaba cubierto con unas tablas de madera, según notaron los investigadores que llegaron al sitio de este escalofriante hecho.

El hallazgo del coleccionista de antigüedades, que hace unos cinco años regresó de los Estados Unidos, fue posible porque Fernando Pérez, pariente lejano, pasó cerca de la casa y se sorprendió al ver junto a la morada a unos desconocidos y un camión al que cargaban muebles y cuadros.

Pérez, quien alrededor de las 19:00 del martes 23 de agosto, se dirigía a realizar un asunto personal, se acercó y preguntó a los sospechosos sobre el trasteo. Estos le indicaron que habían adquirido los bienes por internet.

Aquello le pareció raro a Pérez, quien se comunicó con el Sistema ECU-911, solicitando la presencia de un patrullero. Mientras llegaba la policía, los sospechosos se habrían ido.

Cuando los agentes entraron a la vivienda, encontraron a Tapia ‘tieso’ cubierto de cemento.

UN CUCHILLO

Agentes de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased) y Criminalística tomaron evidencias, entre ellas, un cuchillo con manchas de sangre hallado junto a la bañera.

Leonardo Amoroso, fiscal provincial del Azuay, dijo que el cuerpo presenta marcas de violencia y está por establecerse el tipo de arma u objeto usado para atacarlo.

En la información que maneja la Fiscalía está lo dicho por una sobrina de la víctima, quien habría manifestado que el jueves 18 de agosto, al mediodía, había ido a almorzar con su pariente y vio a Octavio junto a un trabajador, quien lucía joyas de su allegado. Aparentemente, la víctima se las habría regalado, añadió Amoroso.

Tras descubrirse el cuerpo, Sonia Cabrera, sobrina del occiso, manifestó que la casa estaba casi vacía. Los objetos de valor de su tío no estaban. “Todo estaba desordenado”, detalló.

Los parientes no se habrían inquietado por la ausencia de Octavio porque era frecuente que se fuera de farra.

Algunos vecinos señalaron que la víctima era cordial, amable y amigable, pero no habían visto ni escuchado nada raro en los últimos días.