Los veintiséis indicios balísticos que los agentes policiales encontraron en la calle principal del barrio 25 de Septiembre, frente al mercado municipal del cantón La Libertad, provincia de Santa Elena, donde asesinaron a Richard Eugenio Morán Reyes, les revelan que este ataque fue dirigido.

Morán Reyes fue acribillado a balazos cuando, junto a su conviviente Verónica e hijos, estaba parqueado en el interior de su auto gris placa GSR 7635, al pie de la vivienda donde viven hace unos meses, a las 18:00 del jueves.

La pareja, según datos policiales, había llegado de sus labores en el restaurante del occiso, en San Pablo, y aguardaban frente al local del cuñado en La Libertad, a que le pasen un bolso que la señora había dejado. Inclusive, tenían abierta una de las puertas posteriores del automotor.

Todo parecía normal en el lugar. De pronto, dos sujetos de contextura delgada, altos, que vestían buzos negros y con gorras, caminaron hasta la parte delantera del auto. Uno se ubicó junto a la ventana y el otro de frente, levantaron sus armas y arremetieron las ráfagas de tiros contra Morán, quien estaba frente al volante.

El acto criminal quedó registrado en una cámara del local y ahora es uno de los medios con los que la policía trata de identificar a los atacantes, quienes cometido el delito corrieron hacia una esquina en donde los recogió otro sujeto que pasó en una moto. Los tres huyeron hacia sectores de la zona sur de la urbe peninsular.

Sobre de droga

El coronel Juan Carlos Soria, jefe de la policía en Santa Elena, relaciona este crimen al microtráfico, porque, según indicó, dentro del vehículo de Morán los peritos encontraron un bolso con algunos sobres con droga en su interior.

“Estamos indagando si esta muerte tiene algo que ver con la detención de unas personas por microtráfico que fueron capturadas hace dos días en esta misma área. Estamos revisando los videos de las cámaras de vigilancia que se tiene en el sector para lograr identificar a los asesinos”, señaló Soria.

En la grabación quedó plasmado que por el ataque, los menores de edad gritaron desesperados. La mujer trata de proteger a uno de los niños, y la joven que estaba en el asiento posterior se bajó aterrada.

Las balas cayeron en la cabeza y pecho del hombre, quien quedó sangrante, recostado en el volante.

La conviviente, gravemente herida, fue llevada al hospital y ayer se confirmó que su estado era delicado.

CARRO CON HUELLAS DE SANGRE