La localidad de Challuabamba, a 8 minutos del este cuencano, se ha vuelto un escenario del accionar delictivo. Desde hace tres meses, grupos armados de 8, 10 y 15 sujetos entran a los hogares y someten a los que hallan dentro de las casas.

“Los amarran, no les importa que sean niños, mujeres o adultos mayores. Buscan dinero u objetos de valor y huyen”, testificó un residente.

El último hecho sería el reportado el 11 de septiembre, cuando se habría dado un enfrentamiento armado entre un morador y los sospechosos, quienes supuestamente ingresaron a las 13:00 a una urbanización.

“Vecinos, ladrones se fueron por la parte de atrás de la Quinta Pomelé con disparos y todo. No sé qué pasó” fue uno de los audios subidos a las redes sociales solicitando auxilio. Daban las características de los carros.

Datos preliminares proporcionados por los vecinos señalan que 10 presuntos delincuentes, armados con cuchillos y pistolas, ingresaron a una urbanización. A los dueños los amarraron para recorrer el domicilio, mientras otros dos esperaban afuera en dos vehículos.

Un residente, al ver que los pillos intentaron meterse a su propiedad, habría disparado un arma para ahuyentarlos, dando inicio al tiroteo.

Según testigos, varios de los ‘choros’, al verse acorralados, huyeron en dos carros por la vía rápida Cuenca-Azogues; mientras que otros ‘soplaron’ por la parte posterior de la ciudadela.

Y en lugar de montar un operativo de búsqueda de los sospechosos, los agentes se enfocaron en investigar la procedencia y legalidad o no del porte y tenencia del arma de fuego del vecino, lamentó un habitante del sector.

Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no se habían referido al hecho.