"Me mataron a mi Chispa", repetía llorando Aracely Paredes cuando llegó a la morgue de Babahoyo, donde fue ingresado el cuerpo de su hijo George Eduardo Valenzuela Pacheco, quien fue asesinado y posteriormente calcinado al interior del vehículo en el que laboraba como taxista informal.

Al hombre, de 32 años, lo vieron con vida hasta las 15:00 del miércoles cuando salió de la casa a bordo del vehículo de placa RAE-0798, propiedad de su conviviente Rocío Jurado. Con ella estuvo haciendo compras hasta alrededor de las 15:30 cuando la dejó en su inmueble.

Sin embargo, dos horas después a la fémina le avisaron que su carro se había incendiado en un terreno baldío de la vía al recinto El Guayabo del cantón Babahoyo, Los Ríos. A llegar al sector, Rocío casi se desmaya al ver lo poco que quedó de su pareja sentimental, debido a la forma tan cruel en la que lo asesinaron.

Las unidades de investigación de la Policía Nacional acordonaron el área donde estaba el vehículo. La primera hipótesis señalan que George le hizo una carrera a su propio asesino y este lo desvío hacia el sector más apartado de la ciudad.

Según el informe de autopsia a la víctima, conocida como Chispa, primero le dispararon en la cabeza y la nuca, para acto seguido prender en llamas el carro con el cadáver en el asiento del conductor. La novedad llamó la atención de los comuneros quienes reportaron el suceso a la policía. Los bomberos llegaron a controlar las llamas y una una vez descubierto el cuerpo, la diligencia pasó a manos de la policía para el inicio de la investigación.

Chispa se ganó ese apodo desde muy pequeño por ser de carácter extrovertido en cualquier lugar, recordó un pariente. Los deudos se mostraron muy sorprendidos con la forma en la que terminaron con su existencia, pero se conoció que hace unas semanas habría tenido un inconveniente con una persona.

La policía está tratando de resolver el caso y determinar el móvil del suceso. Con esta nuevo caso ascienden a 154 las muertes violentas en Los Ríos.