“La población está envejeciendo más lento”, afirma el doctor César Merino, urólogo y sexólogo, en base a su experiencia, estudios, y la simple observación. Para él, el paso del tiempo ya no es un enemigo de la vitalidad.

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Hoy, “gracias a la medicina funcional y una mentalidad más abierta”, los adultos mayores pueden disfrutar de una vida íntima más satisfactoria que nunca antes.

Muchos mayores de 65 años han alcanzado niveles de energía sorprendentes. Algunos incluso participan en maratones y comparten sus logros en TikTok.

Según el doctor Merino, los cambios biológicos como la menopausia en mujeres y la andropausia en hombres ya no son el “fin del mundo”. “Con suplementos, buena alimentación y algo de ejercicio, se pueden optimizar los niveles de estrógeno y testosterona, manteniendo el deseo despierto”, explica.

El urólogo también menciona que fenómenos como los “sugar daddys” reflejan un cambio en la percepción social sobre la intimidad en la vejez. En algunos contextos, esta no solo es aceptada, sino también deseada, incluso en relaciones con parejas significativamente más jóvenes.

No todos los adultos mayores van a terapia

Amaranta Mantilla, psicóloga especializada en terapia sexual, señala que persisten barreras que dificultan una vida íntima plena en la vejez. Muchos adultos mayores no consultan sobre problemas sexuales debido a tabúes o estigmas, perdiendo la oportunidad de acceder a soluciones médicas efectivas.

Mantilla explica que, en el caso de las mujeres, la disfunción de este tipo más común es la disminución del interés o la excitación. Esto puede estar relacionado con la caída en los niveles de andrógenos debido al envejecimiento. Además, “la menopausia reduce los estrógenos, provocando sequedad vaginal y una disminución del deseo”, dice.

Es por eso que la psicóloga advierte que ciertos hábitos, como el consumo de sustancias, pueden agravar los problemas en la cama en la vejez. También señala que trastornos psiquiátricos como el estrés postraumático, la depresión y la ansiedad juegan un papel importante en este ámbito. “Se recomienda que, al identificar un cambio en la satisfacción íntima, se consulte con un especialista”, concluye.

Intimidad en la vejez: Evolución y sorpresas

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