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Falo de piedra hallado en Alemania en 2005.Internet

De la piedra al Bluetooth: la evolución de los juguetes íntimos en la historia

 Descubre los inventos más sorprendentes, datos históricos verificados y cómo la tecnología ha transformado el placer

La sexualidad ha sido una constante en la experiencia humana, y con ella, la creatividad para explorar el placer. Desde falos de piedra tallados hace milenios hasta vibradores controlados por aplicaciones móviles, los juguetes sexuales han evolucionado en diseño, materiales y funciones, reflejando los valores, tecnologías y tabúes de cada época. A continuación, un recorrido por esta fascinante historia, respaldado por datos verificados.

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Los orígenes: falos de piedra y rituales antiguos

El uso de objetos para el placer sexual se remonta al Paleolítico Superior, hace unos 28,000 años. Uno de los hallazgos más antiguos es un falo de piedra pulida de 20 cm de largo y 3 cm de ancho, encontrado en 2005 en la cueva Hohle Fels, Alemania. Este objeto, reconstruido a partir de 14 fragmentos, es considerado por algunos arqueólogos como el consolador más antiguo conocido. Aunque su uso exacto es debatido (podría haber tenido fines rituales o simbólicos), su tamaño y pulido sugieren una función sexual.

En el Antiguo Egipto (circa 3000 a.C.), las representaciones en papiros y cerámicas muestran el uso de consoladores, a menudo hechos de madera, arcilla o incluso penes disecados de cachalote. Una leyenda, sin evidencia histórica sólida, atribuye a Cleopatra la invención de un vibrador primitivo: una calabaza hueca llena de abejas que generaban vibraciones al revolotear. 

En Oriente Medio, se usaban heces de camello secas recubiertas de resina, resistentes y suaves, mientras que en Grecia, los “olisbos” (consoladores de piedra, madera o cuero lubricados con aceite de oliva) eran comunes, como se ve en cerámicas del siglo VI a.C. que muestran mujeres usándolos.

Representación en papiro de la sexualidad en el Antiguo EgiptoInternet

En Asia, la dinastía Han china (206 a.C.-220 d.C.) dejó consoladores de bronce y jade en tumbas de la realeza, reflejo de su creencia en el sexo como equilibrio entre el yin y el yang. En Japón, el arte erótico “shunga” del siglo XVII representaba consoladores de marfil y madera, celebrando el placer sin tabúes.

Doble dildo de la dinastía Han.Internet

La Edad Media y el Renacimiento: entre el pecado y la sofisticación

Durante la Edad Media en Europa, la Iglesia condenó los juguetes sexuales como símbolos de lujuria, pero en culturas más abiertas, como Japón, se refinaron los diseños con madera laqueada y texturas variadas. En Italia, alrededor del 1400, se documentan consoladores de cuero y piedra, mientras que en China se usaban anillos hechos de cuerdas o párpados de cabra para prolongar la erección.

El Renacimiento trajo avances materiales. En el siglo XV, las “tiendas de placer” en Italia ofrecían consoladores personalizados, y en Japón, el arte shunga popularizó su uso. Sin embargo, en Europa, la represión sexual limitó su aceptación pública.

La Revolución Industrial: el nacimiento del vibrador

Los juguetes sexuales de siliconaArchivo / Extra

El siglo XIX marcó un punto de inflexión con la Revolución Industrial. En 1870, el médico británico Joseph Mortimer Granville inventó el primer vibrador electromecánico, inicialmente diseñado para aliviar dolores musculares. Pronto, estos dispositivos se comercializaron como tratamiento para la “histeria femenina”, un diagnóstico hoy desacreditado que atribuía síntomas como insomnio o irritabilidad a la frustración sexual. Los vibradores, alimentados por electricidad a finales del siglo XIX, se vendían en catálogos como electrodomésticos, siendo de los primeros aparatos domésticos electrificados.

Con la vulcanización del caucho, los consoladores de goma se volvieron más accesibles, aunque su calidad era baja hasta que, en la década de 1960, el ingeniero Ted Marche introdujo consoladores de plastisol, un material no tóxico que cumplía estándares médicos. Al mismo tiempo, Gosnell Duncan revolucionó la industria con consoladores de silicona, más seguros y duraderos, inspirado por su búsqueda de soluciones para personas con discapacidades.

La era moderna: tecnología y liberación sexual

El siglo XX trajo una aceptación gradual de los juguetes sexuales, impulsada por la revolución sexual de los años 60 y 70. En las últimas décadas, la industria ha explotado en diversidad: vibradores, succionadores de clítoris como el Satisfyer, bolas chinas, tapones anales y anillos vibratorios. En 2020, el mercado global de juguetes sexuales estaba valorado en miles de millones de dólares, con proyecciones de alcanzar los 55,650 millones para 2028, impulsado por la aceptación de la comunidad LGBTQ+ y el interés femenino en el bienestar sexual.

Así lucen los vibradores a distancia actuales.Freepik

La tecnología ha transformado el panorama. Desde los años 2000, los juguetes sexuales con conectividad Bluetooth y control por aplicaciones móviles han permitido experiencias personalizadas y a distancia. Modelos como el Lovense Lush (lanzado en 2015 y mejorado en 2021) ofrecen modos de vibración sincronizados con música o controlados por una pareja desde cualquier parte del mundo.

Estos dispositivos, hechos de silicona de grado médico, son recargables por USB y resistentes al agua, combinando placer con practicidad. Sin embargo, la conectividad plantea riesgos: en 2021, investigadores hallaron vulnerabilidades en aplicaciones como las de We-Vibe Jive y Lovense Max, que podrían permitir a ciberdelincuentes acceder a datos privados o manipular los dispositivos.

Esta historia, respaldada por hallazgos arqueológicos y registros históricos, nos recuerda que la sexualidad, en todas sus formas, es una parte esencial de la humanidad, y los juguetes sexuales, desde los más rudimentarios hasta los más sofisticados, son testigos de nuestra creatividad y deseo.

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