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Farándula
Virgi y Matty: “Somos fuera de lo común”
Virgi y Matty dejan atrás la polémica del vídeo 'On top' que grabaron en la capilla del colegio San José La Salle. Ahora lucen frescas y coloridas
Virgi, rubia y de lindas facciones, durante tres meses vendió jugos en la esquina de Tungurahua y Clemente Ballén, en Guayaquil. Y no saben cómo le tocó ahuyentar a un montón de ‘gallos bellos’ que llegaban más que a comprar, a tratar de conquistarla.
“El primer día vendí todo, entonces me dije: ‘Si puedo con esto, puedo con todo’. Conocí a personas de calidad que me ayudaron después a trabajar entregando volantes, pero también fue estresante toparse con hombres morbosos”.
Con Matty fue diferente. A ella le jugó la suerte a su favor: llegó a visitar a su mamá, que residía en el Puerto Principal, cuando se le presentó la oportunidad de ingresar a un grupo musical. Y la pegó.
Hoy, ambas parecen otras. Dejaron atrás aquella imagen de chicas malas e irreverentes que proyectaron en ‘On Top’, el polémico video grabado en la capilla del colegio San José La Salle de Guayaquil.
Lucen mucho más urbanas y coloridas. Lo de ellas es la versatilidad, dicen estas artistas venezolanas que hicieron del Ecuador su segundo hogar, desde hace ya cuatro años.
Sin restricciones
“No nos gusta estar encasilladas en una sola cosa, ni en géneros musicales ni en outfits. Está en nuestra esencia, somos así, fuera de lo común hasta en nuestras propias vidas”, indica Virgi.
Matty aclara que el anterior trabajo musical fue algo netamente artístico y aunque fueron muy criticadas, son respetuosas de cada punto de vista.
En esta nueva propuesta se muestran mucho más frescas y llenas de vida, a la vez que buscan destacar el empoderamiento de la mujer.
‘Duro’ es un tema que resalta la lucha de quienes a diario se esfuerzan por cumplir sus sueños, explican. “Y también tratamos de destacar la inclusión, sin mirar condiciones, nacionalidad o géneros”, agrega Matty.
Multioficios
Así como lo destacan en la canción, a ellas les tocó batallar realizando varios oficios antes de ser artistas.
“Ya nos estábamos encaminando en la música cuando llegó la pandemia y nos tocó hacer de delivery y ‘taxi amigo’ para poder vivir”, detalla Matty.
Las dos son modelos, actividad que realizaban en Venezuela, pero fue aquí donde se conocieron. “Ambas estábamos en la música cuando nos conocimos en una radio, intercambiamos números y decidimos trabajar juntas”.
Las estafaron
En sus inicios musicales fueron estafadas por un ‘avivato’, que les hizo creer que era un productor extranjero que las consagraría artísticamente.
“Pasamos cuatro meses encerradas grabando a presión, nos amanecíamos, hacíamos fotos, para que al final nos dejara plantadas con todos nuestros sueños rotos”.
Lo bueno, dice Virgi, es que no perdieron los temas que hicieron, los recuperaron y gracias a Matty dieron con la empresa que ahora las representa y con la que ya han realizado cuatro canciones.