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Farándula

Dice que su voz es un regalo de Dios y que le ha permitido destacar en la locución.Alex Lima

Carmen Sevilla: “Trato de no estar bajoneada”

La locutora asegura que ella no ha sido una mala persona, por eso no entiende por qué la vida la ha golpeado con tanta fuerza. Su hijo falleció

El 2021 ha sido un año de pruebas difíciles y de mucha tristeza para la locutora Carmen Sevilla. Su hijo Ronny falleció y estuvo sin trabajo algún tiempo. Entre sollozos la esmeraldeña cuenta a EXTRA que en medio de esos malos ratos se concretó su regreso a la radio con el programa ‘Salsa viva’, en Canela.

¿Qué enseñanza le ha dejado este año?

Ha sido un año muy triste para mí. Tal vez esta sea ‘la última copa’, como dice Ismael Miranda (salsero puertorriqueño). A mí se me acabó parte de la vida en diciembre del año pasado con la muerte de mi hijo. Tenía 34 años, lo cogieron en la calle y le quitaron la vida.

¿Cómo sucedió?

Durante un tiempo, nosotros vivimos en Yaguachi. Él tenía allá sus amigos y le gustaba ir y reunirse con ellos. Esas cosas que tenemos las madres, poco tiempo antes de su muerte le dije: ‘Cuidado las calles, vayan a ser tu tumba’. Hubo una pelea y le dieron una pedrada fulminante.

¿Se encontró al culpable?

Sí, pero eso no iba a revivir a mi hijo. Nuestras leyes dejan mucho que desear y yo no soy mujer de rencores. El culpable era menor de edad y me dijeron que por gusto me iba a meter. Además, llanto no revive muerto.

¿Desde entonces se fue a vivir al campo?

Me fui al campo a enterrarme allá porque a mi hijo lo sepulté cerca de mi finquita, en Los Tintos (Salitre), lo tengo cerca de mí. Ahora que estoy en la radio volví al departamento que compartía con él, pero cada fin de semana regreso al campo.

Ingresó a trabajar en radio en el programa ‘Salsa viva’, en CanelaAlex Lima

¿Y sus otros hijos?

Son dos mujeres: María Dolores y Estefanía. Ellas tienen sus hogares y sus familias. Ronny era el único varón y vivía conmigo.

¿Ha buscado ayuda profesional?

Verónica Baque, locutora y compañera en algunas radios que trabajé, es psicóloga y ella me está atendiendo. Me ayuda para seguir dándole a la vida, porque yo soy una mujer de alegría y ahora estoy solo al 50 por ciento.

Por ahora, ¿cómo le va en la radio?

Está funcionando bien. Mi programa se llama ‘Salsa viva’, con buen ritmo y sabor. A mi hijo le gustaba mucho la salsa y cuando estoy en la cabina me parece verlo ahí.

Piense que a su hijo le hubiera gustado que siguiera con su vida...

Cuando estuve sin trabajar, mi hijo me dijo que no quería que mi voz muriera. Que siguiera locutando y eso es un motivo para continuar. Es muy duro este sinvivir que produce la pérdida. No es fácil hacer como el payaso, sonreír cuando quiero llorar, pero toca.

¿Qué es lo que más le gusta de la radio?

Todo. Soy locutora de música romántica, en noticias, locución comercial. La radio es improvisar, mantener al oyente cautivo.

Su potente voz, ¿de quién la sacó?

Dios me la dio y la cuido como un regalo.

¿Qué sigue de ahora en adelante?

Ya es poco lo que me queda. Tengo 67 años y trato de no estar bajoneada. Aunque el micrófono, que es mi amigo, me dice cada día: ‘Dale, Negra’.