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Farándula
Tercer Mundo llegó al Teatro Sucre
La banda dejó los bares y parques para tocar en un escenario más sobrio como el teatro. Planea hacer una gira por varios de estos escenarios.
A los ñaños Jácome, los años los han vuelto más sobrios. Atrás quedaron los días en los que la agrupación Tercer Mundo tocaba en parques y discotecas y coqueteaba con las chicas que gritaban desde primera fila.
El Teatro Nacional Sucre fue su nuevo escenario, el viernes pasado. Allí presentaron un show formalito y tocaron sus éxitos del pasado y las nuevas canciones con las que llegan al público joven.
“La gente de antes enloquece con ‘Tarjetitas’, los más modernos con ‘Corazones rotos’”, dice Felipe, uno de los tres hermanos.
El Sucre fue el primero de la gira de teatros que el grupo planea hacer. Aunque no tienen las fechas definidas, están seguros de que estos escenarios son ideales para su arte, agrega el músico. “Es un poco loco que en este país en el que hay un montón de teatros no se realicen conciertos. Eso nos motivó para hacerlo”, describe.
El músico destaca que hoy el motivo para hacer música ya no es el mismo de cuando empezaron con la banda, en su adolescencia. “Hay que reconocerlo, lo hacíamos para que las chicas nos paren ‘bola’”, explica.
Sin embargo, ahora, tres décadas después y cada uno con familia, están tan conectados con la música que no imaginan su vida lejos de la carrera artística.
Una de las fortalezas que les ha permitido permanecer en la escena es que se llevan súper bien. “De verdad que no hay conflicto… Cuando solo quedamos los tres (antes eran cinco con Juan Fernando Velasco y Pablo Mora) dijimos: hay que centrarnos en las fortalezas, y así lo hicimos”.
Cada uno aporta al grupo sus conocimientos y habilidades. Aunque ninguno de los tres es un ‘pro’ para las redes sociales, Juan Manuel es el ‘más aparente’ para la tecnología. Daniel, en cambio, es más pragmático. “Y a mí no me quedó de otra que hacer las relaciones públicas”.
Los experimentos
Sobre un escenario, Felipe siente una corriente eléctrica que fluye entre los músicos y el público.
“Desde arriba es fácil notar quienes están en pareja, con amigos o solos. En algunas ocasiones se genera una conexión con alguien, un intercambio de miradas, pero solo dura hasta cuando el show termina. Luego la magia se disipa”, añade.
Con respecto a los sonidos, el artista refiere que siempre están abiertos a los experimentos musicales y, aunque el reguetón no está en su esencia, intentaron una canción en ese género.
‘El Lagarto’, un tema en el que también participa AU-D, fue el resultado de esa incursión. “Muy reguetón no es, pero fue divertido”, señala.
Más de los ñaños
Juan Manuel
Además de la música, tiene una fábrica de cerveza artesanal y un bar.
Daniel
Es guía de turismo en Galápagos y tiene un hotel en Bahía de Caráquez.
Felipe
Está ligado a los artesanos que trabajan con bambú y caña guadúa. Su meta es hacer casas con esos materiales.