Exclusivo
Farándula
Tania Tinoco: ¡Corazoncito de madre!
A la periodista sus colegas le pedían consejos. Fue para ellos como una mamá que los escuchó y apoyó en sus carreras. La recuerdan con tristeza, pero sobre todo con gratitud.
Tania Tinoco era como una segunda madre para el periodista de Ecuavisa Carlos Luis Carrillo. Siempre estuvo ahí para guiarlo y aconsejarlo, y hasta para compartir una buena cangrejada, “que a ella tanto le gustaba”, o unos pasitos de baile.
Los recuerdos de Tania están latentes en la memoria de Carrillo. Por ejemplo, cuando inició la pandemia ella le pedía de favor que se cuidara, sobre todo cuando él debía cubrir levantamientos de fallecidos con sospecha de coronavirus. “Me decía: ‘Mijo lindo, cúbrase bien, protéjase por doña Elvia (madre del comunicador)’”, narra.
Hoy, un profundo pesar invade al hogar de Carrillo tras la muerte de su mentora, el pasado 21 de mayo, debido a complicaciones cardíacas. La familia del compañero de Tania llora su partida y rememora con cariño las anécdotas que compartieron junto a la ganadora de los premios ITV (1997 y 2019).
Las dos ‘mamis’ de Carrillo eran buenas amigas y hasta conversaban por celular. “Tania tenía varios recuerdos de mi vieja en su casa: tapetes que ella teje”, detalla.
Pero no solo el periodista vio a Tinoco con afecto de hijo. Juan Carlos Aizprúa, otro de los colegas de ese canal de TV, la conoció en 2013 -durante las elecciones presidenciales- y quedó encantado con su calidez.
“Tuvimos un encuentro por varios minutos. Me preguntó por mi vida, mi familia y qué me inspiró a estudiar Periodismo. Fue una conversación muy maternal”, precisa.
La generosidad de la comunicadora también es una cualidad que Aizprúa recuerda. Tania le ofreció una cena y hasta alojamiento en su casa si visitaba Guayaquil. “Llegó la pandemia y ya no se dio”, explica.
Jamás olvidará el día que la vio por primera vez en un ensayo del noticiero en vivo que se transmitiría por la jornada electoral. Sintió la necesidad de acercarse y expresarle su admiración.
- “Yo la veía a usted en televisión desde que era un niño”, le dijo.
- “No me digas eso que me haces sentir vieja, mejor di que me veías desde la universidad”, le contestó Tania.
Y, aunque Aizprúa reconoce que no eran “amigos íntimos”, detalla que Tania “tenía el poder de hacerte sentir cercana a la gente. Era una cosa impresionante”.
Un alma gentil
La Navidad es una época que los ‘panas’ de Tania no pueden olvidar. La mujer, de 58 años, ayudaba a la gente de calle y les compartía un chocolate caliente para el alma. “Ella estaba siempre ahí, abrazando a los más humildes, a los mendigos, a los que recogen la basura, dando un consejo y ánimo a todos”, describe Carlos Luis Carrillo.
César Velasteguí, excompañero de la presentadora de noticiero, también conserva buenas memorias de Tania. En una ocasión, ella invitó a sus compañeros de Ecuavisa a su casa para la cena de Navidad.
“Ese lado humano es lo más destacable de Tania. Cuando empezó la pandemia nos juntó a todos y nos dijo que nos tomemos de la mano. Oramos para que Dios nos dé fortaleza... Siempre decía que el ser profesional es importante, pero también lo es la familia, así que no se expongan mucho”.
La jefa perfecta
María Isabel Carmigniani
La periodista María Isabel Carmigniani compartió con Tania algunas experiencias por teléfono. Necesitaba terminar su tesis y pidió que le cambiaran el horario. Desde ese momento y, por casi un año, Tania se convirtió en su jefa directa.
“Te llamaba a felicitar y a decirte las cosas que hiciste bien y eso casi no pasa con los jefes. Ella siempre te motivaba para que lo hagas mejor”, explica.
Carmigniani admiraba a la mujer y al ser humano que era Tinoco, y su calidad profesional le dejó muchas lecciones. “Era brillante, muy querida por todos. Era imposible escuchar a alguien hablar mal de Tania. Era una mujer muy espiritual... Aprendí mucho de ella”, añade.
La amiga entrañable
A la productora de televisión Catrina Tala le entristece hablar de su amiga en pasado y se le ha hecho difícil asimilar su partida. “Nos conocimos en Ecuavisa hace 14 años y con ella pasé los momentos más importantes de mi vida, su casa fue mi casa y su corazón, mi hogar”, dice.
Por el momento, la pena y el miedo a vivir con su ausencia embargan a la también actriz, pero también una gratitud profunda hacia Tania. La describe como un ser generoso y entregado.
“Hoy me quedo con sus enseñanzas, sus bailes, con los viajes, los cafés eternos, los karaokes, los almuerzos, las cenas y las escapadas”.
Catrina Tala
Un amor eterno
El 30 de mayo, Tania y su esposo Bruce Hardeman celebrarían 30 años de matrimonio, junto a sus dos hijos: Tommy y Amelia. Siempre mantuvieron una buena relación y desde que ella enfermó, a inicios de abril, él manejó su estado de salud con discreción. Durante la cuarentena, Bruce pensaba en lo que iba a cocinar, ensayaba los platos, mientras que Tania se encargaba de la limpieza. “Yo tengo un doctorado en lavar la vajilla”, dijo en su última entrevista. Bruce aspiraba a que su esposa le bajara al ritmo laboral o que se retire para viajar por el mundo. Sin embargo, su anhelo quedo eclipsado con su prematura muerte en una clínica de Estados Unidos.