Tábata Gálvez está saboreando las ‘mieles de la juventud’. Desde hace tres meses tiene una relación sentimental con Jorge, de 23 años. Ella afirma que la tienen sin cuidado las críticas y la polémica que se ha armado alrededor de su relación.

La actriz, de 52, abrió su corazón y contó que conoció hace seis meses a su actual pareja. Empezaron a tratarse y, con el pasar del tiempo, surgió el amor. “Estoy tranquila, estoy con paz, como debo estar”.

"Gente metiche"

Fue precisamente por eso que decidió compartir su dicha en sus redes sociales y subió una foto junto a él. Las felicitaciones de gente de la farándula le ‘llovieron’, pero no faltaron las críticas.

“La gente no está conforme con nada, es muy destructora, todo les molesta, todo lo critican. Creen que porque soy parte de la farándula tienen el derecho a meterse en mi vida”, comentó a EXTRA.

“Mi pecado fue enamorarme, si por eso me van a condenar, que me crucifiquen, pero mi relación no me la daña nadie”, indicó.

A la diferencia de edad no le hace caso porque dijo que, pese a ser joven, su novio la ha ayudado. “Yo también le he colaborado, porque de eso se trata la rehabilitación, de compartir, de estar juntos en una sala de terapias”.

“No quiero recaer”

Al igual que Tábata, su pareja es una persona adicta en recuperación. “Mi novio formó parte de ‘24 horas limpio’, en la segunda temporada. Él hizo su tratamiento completo y continúa con el proceso como debe ser”.

Él tiene una familia amorosa, que ha acogido a Tábata. “Es mi pareja, es la persona que yo elegí para vivir el día de hoy. No sé si mañana sigamos juntos porque vivimos las 24 horas”.

Aclaró que no tiene nada de malo el que se hayan conocido cuando él estaba en terapia. “Yo no me voy a escapar de la realidad ni tampoco soy mentirosa, si yo miento puedo recaer y no quiero recaer por hoy. Que tengamos una relación no tiene nada que ver”.

Sigue en la lucha

La también presentadora mencionó que ahora más que nunca sigue trabajando para ayudar a jóvenes a salir de los vicios a las sustancias.

“No soy terapeuta, pero con lo que yo he vivido ayudo a los chicos. El vivencial ayuda un mundo al adicto”.

Tábata tiene seis años en recuperación, pero aclaró que ella no está curada. “Mi enfermedad me seguirá hasta el día en que me muera. Por eso vivo el día a día”.