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Obra La misma sangre se realizará en el Teatro Sánchez Aguilar, desde el jueves 22 de agosto, a las 20:00.Luis Fernando Fonseca

Sebastián Cordero regresa con la obra ‘La misma sangre’

La obra con los personajes de ‘Ratas, Ratones , Rateros’, se estrenará en el Teatro Sánchez Aguilar, desde el jueves 22 de agosto, a las 20:00

Un cuarto de siglo ha pasado desde que Ángel Caamaño (interpretado por Carlos Valencia) irrumpía en el cine ecuatoriano, de cabeza, sobre un camastro en un prostíbulo guayaquileño. Del hito que fue la película ‘Ratas, Ratones, Rateros’ (Sebastián Cordero, 1999) el protagonista renace con ‘La Misma Sangre’, la obra teatral en la que su primo, Salvador (Marco Bustos), lo visita en la cárcel.

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Fueron ambos actores quienes le propusieron al director de la cinta llevar su historia a las tablas. Para la escenografía -que se ha paseado por Quito, Cuenca y Manta- decidieron poner el escudo de Barcelona en el cubrecama de la celda de Ángel.

La leyenda ‘Primero Dios, luego mi bala’ aparece en un mural junto a la imagen de Cristo, unas fotos de modelos recortadas de EXTRA y un cartel de ‘Scarface’ (Brian de Palma, 1983). El arma, más sofisticada que el revólver robado de un auto por Marlon (Fabricio Lalama), será un recurso del libreto que, como la canción Dama helada de Cruks en Karnak, se hace más tenso conforme pasa el tiempo.

Lo que será la obra, que tendrá seis funciones en Guayaquil.Luis Fernando Fonseca

Lo real de la ficción

La coproducción de la Casa Cino Fabiani presenta esta obra que es un salto al presente de masacres carcelarias. Ángel ha vuelto de Colombia tras su largo periplo hacia ‘la Yoni’, donde trabajó y se dio cuenta de que no podía enderezar su destino. Salvador tuvo su propio paso por la cárcel en el pasado, ahí empezó a entrenarse como abogado.

Durante las improvisaciones con las cuales completaron el libreto de ‘La Misma Sangre’, Cordero, Valencia y Bustos decidieron que los recuerdos de la abuela (Lupe Machado) de Salvador y Ángel fueran el motivo de su encuentro.

-¿Sabes lo que más me impactó cuando la encontré?- le recrimina Salvador sobre las tablas a su primo, en la cárcel. -Que el (Hospital) San Lázaro también olía a creso. Yo no soporto ese olor.

En la película, un cadáver había quedado debajo de la cama de Salvador en Chimbacalle: el cuerpo del asesino (Alfredo Martínez) que llegó a su casa para vengarse de Ángel. Los actores también habían enterrado a sus personajes cuando terminó la película, sin volver a imaginarlos hasta ahora. Y la verdad es que no es necesario volver a verla para recibir el impacto de la obra de teatro.

-Cuando he vuelto a presentar la película años más tarde, lo que sorprende es que hay muchos cambios en la superficie del país, pero en esencia muchas otras cosas no han cambiado, siguen igualitas -le decía el director a este Diario mientras ensayaban en Quito- Uno de los elementos importantes, más allá de los personajes y de la trama, es ese contexto social, lo que está pasando ahorita en el país.

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