La pasajeña de 29 años no cree que tenga una década como actriz, pues se enfocó tanto en ir cumpliendo sus sueños al dejar su casa y llegar a Guayaquil en busca de oportunidades, que perdió la cuenta.

Scarlett Córdova habla de su lucha por posesionar su nombre en la industria del entretenimiento fue llena de esfuerzo, perseverancia, de enfrentar el machismo y muchas cosas más que hoy los revela a EXTRA.

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Diez años de aprender y ser fiel con mi esencia. No ha sido fácil, tampoco difícil, pero lo tienes que trabajar duro, saber cuál es mi motivación y lo que me enciende para seguir haciendo castings.

Claro, personalmente para mí fue algo fortuito, no era que quería serlo ni por lo que me esforzaba cada día. Pero hice sketches y las marcas empezaron a pautar, fue cuando me di cuenta que era influencer y no lo sabía. Me di cuenta que sería mi primera fuente de ingreso.

El tema del feminismo es luchar por la igualdad y la equidad y nosotras como mujeres, en el medio, debemos hacernos respetar. Estamos en un mundo muy machista en el que se cree que los hombres con poder pueden dominarnos. Nosotras en este medio, y en muchos lugares más, hemos recibido acoso, por eso me gusta empoderar en mis redes sociales, hablar del amor propio, el mito de la belleza, romper estos estereotipos.

Sí he tenido acoso laboral, un montón. En la TV se vive mucho el acoso laboral, tú te das cuenta cuando empiezas a formarte, que has estado vulnerable. Como mujer, cuando no sabes tus límites permites cosas que no deberías.

Tengo un mánager colombiano que tiene alianzas mexicanas y por eso me la pasé haciendo casting todo el año pasado (...) Sé que lo lograré. Me veo en Netflix.

Es complicado entrar en México por el acento, tienes que saber hablar acento neutro mexicano o colombiano. Cuando quieres tocar otras puertas es muy duro, porque debes adaptarte al nuevo acento para ganarte un casting.

Hace poco hice un casting presencial en Bogotá (Colombia) en donde me sentí vulnerable y salí preguntándome lo duro que era estar en un set y que juzguen tu trabajo. Pero al mismo tiempo me da fortaleza para seguir luchando, sentirme vulnerable me da fortaleza.

Es estar en una producción internacional. No quiero decir un personaje, porque yo sé que el papel que me llegue me enseñará y me hará crecer como persona.