La dolorosa época de la pandemia del COVID-19 en el país fue su tiempo perfecto para reflexionar. Samantha Grey se ‘esfumó’ de la farándula para soportar en soledad y aprender de todos los estados de ánimo que la habitaron durante seis meses.

En esta entrevista, Sammy (25 años) deja pistas de una fase de soledad, de su vida sin maquillajes, de su temor a dormir sola, de la búsqueda por su identidad y que ya no volverá a vestirse como Sharon, su mamá.

¿Por qué decidió alejarse de las cámaras durante la cuarentena?

Todo tiene su tiempo y hubo uno de descanso. Aislarnos un poquito en pandemia nos hizo bien. Creo que todos debíamos buscar nuestra prioridad y encontrar fortalezas dentro de su entorno familiar. Aproveché para alejarme de los medios de comunicación y volver con más energía y toda la buena vibra para dar la mejor versión de mí y mostrarle lo mejor de mi trabajo.

¿Qué le enseñó el encierro?

A valorar mucho el presente y cada proceso. Vine cuatro años trabajando consecutivamente sin establecer qué era lo que pasaba en mi vida. Ahora puedo hacer una recapitulación de ella y desafiarme en nuevos retos como lo hago ahora de empresaria con mi marca de ropa. Quiero vivir cada día intensamente.

¿No quería saber nada de la farándula?

Traté de no desactivarme mucho de las redes sociales, pero sí de los medios de farándula digitales. Traté de no hacer videos en vivo como muchos personajes, pero creo que la gente lo supo entender. Soy una persona como todos que necesita guardarse para rehabilitarse, reconectarme conmigo misma y creo que ahora se ve reflejado. Mis amigos de la vida, del colegio, de la universidad, me dicen que ahora se me ve bien, porque quizás me vieron en pandemia por alguna casualidad de la vida y se notaba que estaba aislada del mundo.

Observamos fotos suyas sin maquillaje, acostada en el sofá o leyendo un libro, ¿así es la verdadera Samantha?

Yo creo que siempre he sido frontal. En redes sociales me suelen criticar porque salgo en muchas fotos sin maquillaje, pero siempre he dicho que mi trabajo es vestirme y maquillarme fabulosa para darles un momento de entretenimiento, pero en la vida real soy como todos ustedes, quienes se visten y se ponen su uniforme para salir a vender, así soy yo, me pongo mi uniforme para darles ese entretenimiento, pero cuando llego a casa me saco el maquillaje, los tacos y vuelvo a la normalidad.

Y cuando Samantha se mira a un espejo, ¿qué ve?

Dependiendo del día. Yo siempre he dicho que hubo un tiempo en el que no podía verme al espejo porque no me gustaba lo que veía. Hay días en los que me despierto y me siento maravillosa y hay otros en los que me sale un granito. Hay ocasiones en los que vivo muy estresada, me salen muchos granos y me ‘bajoneo’. Siempre me repito que debo amarme, el amor propio es continuo porque si te olvidas de dártelo, la vida te pasa por delante y te olvidas de ti.

Sus fotos y videos daban a entender que estaba deprimida...

Poquito, pero creo que eso me lo reservo. Sí es necesario detectar señales de depresión porque en muchas ocasiones no queremos verlos. Hay que abrir los ojos, darnos cuenta y abrazar ese miedo. Hay que reconfortarse en Dios y en la familia; yo hice eso. Pocos de los videos en vivo fueron con psicólogos porque todas las personas pasamos por una montaña rusa de emociones porque sucedían diversas cosas en nuestro entorno (...) Todo fue difícil y estuve pendiente de esas señales, eso me hizo estar más parada firmemente ahora.

EN LO LABORAL

Sammy es jurado del reality ‘Adivina quién está detrás’, del programa De Casa en Casa, transmitido por TC Televisión, por dos meses, y hasta el momento ha recibido buenos comentarios, pese a eso, no descarta volver a actuar pronto, ya que es lo que le apasiona. “Quiero hacer teatro para agarrar training (entrenamiento). Sé que hay un personaje que me está esperando y nunca se me han cerrado las puertas en lo laboral”.

¿Ya extraña las largas horas de grabaciones?

Siempre me acostumbré a ese ritmo. Desde mis inicios en las novelas como Trinity, grabamos muchas horas y era muy cansado, pero es algo que me gusta. Quiero volver a los estudios, enamorarme de mi personaje y hacerlo, pese a que ahora tengo que equilibrar mi vida con mi marca de ropa y el ser artista.

¿Cuál es la fortaleza de Samantha Grey?

Mi familia es lo que me mantiene bien firme, es mi norte.

No puedo dormir sola desde que mi mamá (Edith Bermeo o Sharon la Hechicera) murió. Duermo con una prima, quizás por un sentimiento de soledad.

¿Qué piensa cuando le dicen La hija del Ecuador?

Es mucho nombre. Creo que eso lleva una responsabilidad muy grande y obvio no soy ‘monedita de oro’ para caerle bien a todos, agradezco y espero no fallarles tanto (al público), aunque sé que en algún momento quizá pueda decepcionarse un poco, pero ojalá no sea tanto para que no me deshereden como hija. Es lindo que el Ecuador te tome como hija, porque muchos me apoyan y están pendientes de mí.

DE SU MAMÁ

Se decía que luego de la novela de Sharon, usted debía buscar su propia identidad.

Yo creo que todos debemos buscar nuestra propia identidad, pero desde el día uno que estuve en la televisión lo dije, incluso cuando hice el papel de Sharon, siempre decía que ella era mi mamá y yo era Samantha. Siempre busqué mi identidad.

¿En sus shows interpretaba a su mamá?

Yo nunca personifiqué a mi mamá en los shows, siempre realicé mis presentaciones con ‘covers’ (canciones versionadas por otro artista que no sea el autor) y en el último bloque cantaba sus temas, pero el resto lo hacía como Samantha Grey. Sí tenía el atuendo, pero no me ponía la peluca o hacía un tributo a Sharon como muchas otras personas lo hacen y eso no me cuadra. Sharon solo habrá una. Por ejemplo, me parece bien esa especie de tributo que hacen a los artistas como el de Selena Quintanilla, pero no lo hacen personificando a la artista fallecida. Jennifer López canta las canciones de Selena y lo hace como ella, y no es que me estoy comparando con JLo.

Si le proponen hacer fotos o brindar un show vestida como Sharon, ¿lo haría?

No...¿para qué?, una cosa es actuar para la novela en la que se creó un personaje, pero ya no lo haría. Hay que respetar a mi mamá, ella tuvo su tiempo y llegó a todo lo que llegó por su esfuerzo y ahora me toca a mí (...) La vi cómo se esforzaba, era loca y diversa en lo que hacía, eso aprendí y ahora quiero ser justa con lo que me enseñó.