La muerte de Taylor Hawkins, baterista de la banda estadounidense Foo Fighters, fue devastadora para la comunidad rockera de Ecuador. Músicos y seguidores del artista, de 50 años, se mostraron apenados por la prematura partida de Hawkins, pero sobre todo por la causa de su deceso: una sobredosis.

Al menos diez tipos de drogas habrían sido encontradas en el cuerpo del baterista, cuya banda se iba a presentar en el Festival Estéreo Picnic, en Bogotá, Colombia.

Según una fuente de la Fiscalía del país vecino, la autopsia al cuerpo del músico confirmó que dio positivo para marihuana, antidepresivos y opioides con rastros de heroína.

David Rosales, integrante de la banda Curare, siente que el fallecimiento de Hawkins es una pérdida inigualable para el mundo entero. “Nadie sabe por lo que una persona está pasando y muchas veces es la sociedad la que crea esta dependencia a ciertas sustancias. Su muerte me ha pegado mucho. Él era una alegría para la banda”, describe.

Sin embargo, siente aún más pesar por el músico Dave Grohl, exbaterista de Nirvana y fundador y guitarrista de Foo Fighters, quien ha tenido el infortunio de enterrar a dos ‘panas’ cercanos: Kurt Cobain y, ahora, Hawkins.

Dolorosas pérdidas

Hace unos años, Rosales vivió algo similar con su primo, el músico Daniel Gómez, quien formó parte de Curare en 2004-2005. “Estaba pasando por circunstancias muy fuertes y decidió quitarse la vida... Ahora es un espíritu que nos acompaña. Nos visita siempre en un pajarito rojo, él era pelirrojo”, recuerda.

Igor Icaza, de Sal y Mileto, sufrió por la partida de su colega Paúl Segovia, en 2003, por un fallo respiratorio. “Entiendo perfectamente el dolor que siente la familia, los amigos y los seguidores de Taylor”, dice.

El baterista de Sal y Mileto aclara que pese a que la gente cree que la fama es una maravilla, muchas veces los músicos se sienten solos y se refugian en los excesos para tener un soporte. “Todos lo hemos vivido y hemos aprendido a manejar este tipo de experiencias y salir”, puntualiza. 

Igor Icaza: Estuvo muerto por unos minutos

Igor Icaza también se sintió cerca del ‘más allá” en una ocasión y plasmó esa experiencia en la canción ‘Resplandor’. Fue una historia de otro mundo y alejada por completo de cualquier sustancia. “No hubo exceso ni nada. Estuve muerto por unos minutos”, rememora.

Para el músico, no es el medio artístico en el que se desarrollaba el baterista de Foo Fighters el que ocasionó la sobredosis, pues para él las drogas son una realidad latente en toda la sociedad.

Mario Pantoja: Estar lejos de la familia es duro

Mario Pantoja, músico que ha tocado con Muscaria, Basca y Avathar, también tuvo un encuentro cercano con la muerte durante un viaje a Perú y logró reponerse. Sin embargo, el estar lejos de su madre, su esposa y su nena es lo que más lo afecta durante las giras. “Nosotros nos vamos por 15 días, pero esas bandas se van por meses. Esto sumado a la presión que tienen de las grandes disqueras, pueden causar depresión”.

David Rosales: Excesos acaban con las bandas

Hace más de 20 años, David Rosales, baterista de Curare, se enamoró de la música de Foo Fighters y la muerte de Hawkins le ‘golpeó’ bastante.

Lo entristece, sobre todo, que haya sido un consumo excesivo de sustancias lo que se llevó al músico, incluso le parece una “constante” en agrupaciones ‘gringas’ que se han desintegrado por esta causa. “No vale la pena, la gente debe cuidarse y alejarse de los vicios”.

Diego Eivar: La música ha sido siempre su refugio

Diego Eivar, vocalista de Sarcasmo, siente que la música ha sido su refugio para superar cualquier problema. Sin embargo, entiende que para el baterista de Foo Fighters hayan sido las sustancias ilegales el camino. Lo que más lo apena es que Taylor siempre se caracterizaba por ser alegre, sencillo y entregado a la música. Eivar considera que muchos artistas viven alejados de las drogas. “No fuman, no toman, son vegetarianos y se cuidan mucho”.