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Farándula

Ha estado en ‘La Triniti’, ‘3 familias’, ‘Sí se puede’ y en ‘Compañía 593’, producción por la que dejó su trabajo de presentadora del informativo ‘Última hora Ecuador’, en el canal digital Vito Tvo.Cortesía

Renata Salem: Entre el machismo, acoso y las propuestas indecentes

La actriz narra cómo es el duro mundo de la industria de la belleza, su rol como escritora y su próximo libro...

Lograr posicionarse como actriz y modelo no fue nada fácil para la guayaquileña Renata Salem. A sus 27 años ha visto de cerca las propuestas indecentes que se dan en la industria del entretenimiento, el machismo latente en la sociedad y la línea delgada que separa la prostitución del modelaje.

Renata, quien siempre reconoció que nada ni nadie podría comprarla, lanzará próximamente un libro con consejos y lecciones que le hubiese gustado escuchar o leer de niña. Estará dedicado a jóvenes, especialmente preadolescentes, para que no se olviden de disfrutar su infancia plena.

Tiene una faceta de escritora que muy pocos conocen, incluso nos enteremos que sacará su segundo libro...

Mi libro de poemas ‘Hiedra sobre las rosas’ lo lancé en 2019, antes de pandemia. Fue algo que saqué y las personas no se enteraron porque comencé a hacer otras cosas como la actuación y comunicación, pero seguí escribiendo.

Nos adelanta algo del nuevo...

Está dedicado a mujeres, jóvenes, niñas, y me encantaría que me lean quienes van entrando en la etapa de la preadolescencia, que es donde más necesité que me ayudaran. Este libro son cosas que me han pasado a mí, porque esta carrera (modelaje) te expone mucho a un mundo machista. Son ciertos consejos y lecciones que yo hubiese querido que me dieran cuando era niña.

Habla de un mundo de machismo, ¿por qué?

Desde chiquita siempre estuve expuesta a este mundo donde se objetificaba mucho a la mujer y desde niña, debido al área donde trabajaba desde muy chiquita, que era el modelaje, siempre decían que debía estar perfecta, linda, sentarme de una manera, hablar de una forma, que debía suavizar mi mirada y mi voz, entonces eso para mí era un control machista sobre mi persona. Aparte, en el mundo del modelaje -bueno en todo trabajo, pero en el modelaje es mucho más atrevido, sin filtros- siempre hay ciertas propuestas indebidas para tener un trabajo o te quieren comprar de alguna manera.

¿Le tocó vivir eso?, ¿qué tipo de propuestas?

Hay una fina línea entre el modelaje y la prostitución. Lamentablemente, lo vi; conocí muchas chicas que cayeron en esto, pero yo sí pude mantenerme firme y estoy orgullosa de haberlo logrado, porque sí pasé muchas necesidades en el extranjero, muchas cosas difíciles, y el tentarte para lo otro siempre estuvo ahí.

A qué se debió su fortaleza para negarse ante todo eso...

Estoy muy feliz de haber tenido la madre y el padre que tuve. Mi familia es de mujeres porque no crecí con mi papá, y eso me ayudó a valorarme y entender que a mí nada me puede comprar, que a mí como mujer ninguna persona puede sorprenderme, porque lo que me sorprende es cómo trates a los demás, no cuánto tienes o puedes llegar a darme. El dinero se pierde, pero la dignidad no.

¿Cuándo se da cuenta que vivía en un mundo machista y nota toda esa realidad?

Cuando crecí y me di cuenta que perdí una gran parte de mi infancia. Hubo una edad, cuando tenía 12 años, en que no tenía que andar poniéndome pestañas postizas, no tenía que compararme con mujeres de 20 usando tacones. Siento que pude disfrutar más mi infancia.

Hubo algunas cosas pendientes de la infancia, ¿quizá había un regalo que anhelara y que nunca se lo dieron?

Una bicicleta; de hecho, no sé andar en bicicleta. Hago spinning, pero me trepas a una bicicleta y no sé girar. Viví en una loma (Bellavista) toda la vida y mi mamá - que no la culpo, no tiene la culpa de esto - siempre me cuidó y me decía que no debía tener cicatrices en el cuerpo, y es algo que hasta el día de hoy lo seguimos luchando con ella.

¿Ni una cicatriz?

Tengo una alergia en mi piel. Mi mamá dice que me maquille las cicatrices, y le digo: ‘mamá, no tengo vergüenza de mis cicatrices, no tengo ningún miedo que me las vean. ¡Déjame rozar esa imperfección!’. Ella nunca me compró la bicicleta porque no quería que me caiga. Todas mis cicatrices son de adulta, cuando ya me revelé.

El machismo la siguió a otros países...

Viví en México, un país súper machista, mucho más que Ecuador; también viví en India y fue lo mejor, porque esta mala costumbre que tenía -bueno, creo que todas las mujeres latinas estamos acostumbradas al acoso sexual en las calles- se fue. En la ciudad de Bombay hay una ley que prohíbe el acoso sexual, y cuando llegué me di cuenta que nadie me veía, no me perseguían ni me miraban y me pregunté: ‘¿será que soy fea?’, ‘¿Por qué nadie me ve?’.

¿De verdad?

Entendí el gran error que a veces las mujeres tenemos, y es que medimos la belleza por la admiración o miradas de las personas y eso es totalmente incorrecto. Yo me siento bella, y no necesito que me estén mirando o que me acosen para confirmarlo. Me sentí feliz y transparente por cinco meses (los que vivió en India), fue hermoso, no sufrí de acoso. Tenía 22 años en ese entonces.

Cambiando de tema, recientemente publicó una foto en Instagram con su novio. No subió su nombre ni mayores detalles...

Creo que las redes sociales son como un estadio. Tengo 122 mil seguidores, no creo que todas esas personas me deseen lo mejor o todas tengan buenos deseos y que nadie me quiera hacer daño o sienta envidia, por eso cuido mi privacidad, porque es parte de lo que debo a quienes están a mi alrededor. Vivo mi relación, tengo mi novio que lo amo y quiero casarme con él; pero trato de mantenerlo y disfrutarlo yo, porque no tengo que rendirle cuentas a nadie.

¿Y él está de acuerdo?

Está contento de que mantengamos las cosas así, en un perfil bajo, porque es una persona introvertida, y bueno el amor no se mide en likes y en estadísticas. Lo llevo a las reuniones familiares, con amigos, lo tomo de la mano y digo que es mi novio, lo defiendo y siempre lo estoy nombrando.

Sus seguidores sorprendidos, ¿cómo fue la reacción?

Desde que publiqué la foto ha bajado un poco esto de que los hombres me envíen mensajes de Instagram. Ha sido un alivio.

Supimos que tuvo una lesión en su pie izquierdo...

Me rompí los ligamentos del pie por usar tacones, estoy en investigación porque siempre me rompo algo (risas). Seguí grabando así hasta la final de la temporada (serie Compañía 593). Me operé el 5 de noviembre.

¿Y sigue utilizando tacos?

Amo los tacos, muchos dicen que los tacos son un símbolo de opresión, pero para mí no. Amo andar en taco, con o sin ellos voy a seguir siendo la mujer que soy.