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Farándula
Marián Sabaté: “Sin miedo, hasta adentro”
Marián Sabaté da 'clases' para aplicar inyecciones. Su hijo Alejandro Kenig fue la primera ‘víctima’ de la instructora.
Marián Sabaté es toda una caja de sorpresas. Con extrañeza se ha visto cómo en sus historias de Instagram da instrucciones sobre la forma de aplicar correctamente una inyección a su hijo Alejandro.
Es que ‘La reina de la prensa rosa’ no deja de asombrar. Ya lo hizo en Twitter donde publica sus famosas frases sobre la vida, o en Instagram con sus mensajes tóxicos sobre la relación de pareja.
Como instructora
Pero jamás con la habilidad desconocida de instructora para aplicar inyecciones.
“No es que quiera quitarle el trabajo a las licenciadas en enfermería, Alejandrito necesitaba de urgencia ser inyectado, era de madrugada y no había quién lo atendiera”.
En esas circunstancias, cuenta a EXTRA, le pidió a un amigo de su hijo que realizara el procedimiento siguiendo sus instrucciones.
“En España yo cuidé a mi abuelita cuando estuvo enferma y la Seguridad Social me enseñó a poner inyecciones e insulina. No es que ahora me atreví y lo hice de forma irresponsable”, explica.
En el video se ve a Alejandro acostado boca abajo mientras ella le indica al amigo que imaginariamente divida el glúteo en cuatro partes y que lo pinche en la parte superior izquierda.
“Sin miedo, hasta adentro, la clavaste toda. Esta es la forma de aprender a poner inyección en internet”, se escucha decir a Marián.
Afectada en la salud
Los últimos días, la presentadora ha estado enferma, por lo que permaneció varios días alejada de su programa ‘La noche de Marián’.
Fue así que contagió a su hijo Alejandro Kenig.
“Tengo una infección en la garganta y un virus que me dejó sin voz, me dolía horrible la garganta, pero ya me estoy recuperando poco a poco debido a un nuevo tratamiento que empecé”, indica.
Dice que debido a su malestar se puso muy nerviosa y no se atrevió a poner la inyección.
“Es muy riesgoso, por eso acudimos a este chico que tiene nervios de hierro. Claro, primero lo hice practicar en una naranja y luego nos inyectó a los dos”, finaliza.