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Farándula
Mare Cevallos: "Nadie tiene que contratarme por ‘El poder del amor’, sino por mi casting"
La actriz dice que quiere continuar su carrera por su talento, y no por su participación en ‘El poder del amor’
Luego de estar por cuatro meses en Estambul, ciudad de Turquía, la actriz María Emilia Cevallos, más conocida como Mare, dijo que este tiempo fuera de Ecuador le sirvió para valorar más a su país.
Ella fue una de las participantes del reality ‘El poder del amor’, que se desarrolló en esa ciudad, y dijo que a su regreso, ocurrido hace dos semanas, quería reconectarse más con ella y disfrutar de sus seres queridos.
No imaginó cuánta falta le harían el calor y la humedad de Guayaquil, porque dice que hasta siente fresco el clima de la Perla, en referencia a lo que vivió en Turquía.
Desde la comodidad de su casa, la joven, de 28 años, narra que está volviendo a disfrutar de su vida privada, ya que durante su paso por el programa estuvo “muy expuesta”.
A nivel personal, ¿qué aprendió del reality?
Aprendí a valorar a los míos. Aprendí que la vida no es un libro que podemos escribir y que cada vez que lo leamos será igual, porque no es así, siempre será distinto. Pensé en que de cierta manera lograría mis cosas y lo logré al final, pero no de la forma que pensé que sería. Fueron cuatro meses de mucho crecimiento y ahora se ven los frutos.
¿Esos frutos son los proyectos laborales que se vienen?
No me gusta hablar de mis proyectos. Hay cosas de las que no se debe hablar: vida privada, sueldo y proyectos. En este momento estoy alejada de todo y necesito vacaciones para mí. Hay cosas que se están moviendo y dando. Quiero tomarme las cosas con calma. Hay momentos de fama y también de cultivar el respeto. Cuando uno hace las cosas bien, el respeto no se pierde y queda para toda la vida. Espero haber sembrado cosas buenas en la gente, más allá de ser una chica bonita de la televisión, que no es lo que espero.
¿Y por qué esas vacaciones?
Quiero volver a mi vida, estar con mis amigos y alejarme de esa sobreexposición a la que estuve sometida por cuatro meses, y de ahí trabajar en lo que me apasiona (la actuación).
Varios de los que participaron en el reality estuvieron en Ecuador para presentarse en el teatro en ‘La última gala’. ¿No los fue a recibir?
Nada, cero. Las personas con las que tengo afinidad no están aquí. Quiero mi vida, y mi vida no es el reality. Quizá suene un poco fuerte lo que voy a decir, pero no me interesaría seguir lucrándome de ‘El poder del amor’. Me dio una exposición gigante, estoy muy agradecida, pero no quiero seguir con el formato. Puedo hablar del tema, de mi experiencia, pero no hablar de los participantes. Quiero aprovechar las cosas que valen y no estar en chismes. Quiero mi tiempo y mi espacio.
¿Y la invitaron a sumarse en esa presentación?
Las personas tenemos distintos objetivos en la vida y los míos son otros. Ya, ya se acabó, cumplí con mi trabajo y no tengo por qué sentarme en una silla a seguir hablando de vidas ajenas. Ya estuvo.
Y con respecto a su relación con el boliviano Andrés Salvatierra, ¿continúa? ¿Es cierto que no quiere exponer su relación?
Los dos entendemos que por lo que fue el reality, una parte de nuestras vidas fue expuesta, algo que ninguno había hecho; pero mi privacidad es lo que más atesoro. Hay cosas y momentos que son privados en la vida porque lo que se quiere, se cuida. Si en algún momento ven una historia en la que él aparezca, es porque se me ‘chispoteó’. No tengo por qué darles razones a la gente.
Y ahora, ¿cómo están ambos?
Estamos felices. Fue difícil sobrellevar una relación entre dos personas con personalidades fuertes y no televisivas, que no buscan agradar a nadie. Estar en un ambiente donde, de alguna manera, quisieron separarme o hacer que no estemos bien (suspira), era duro. Estamos agradecidos con la gente por el cariño, pero no estamos en la obligación de decirles nuestras cosas. Nosotros desde que salimos, no compartimos lo nuestro.
¿No le duele que exparticipantes (entre esos Jessica Stonem) sigan atacando su relación con Andrés por redes sociales?
Fue así durante cuatro meses. Sus historias giraron en torno a la nuestra. Ni él dio entrevistas, ni yo en las que nos referíamos a nuestros compañeros. No tengo la necesidad de hablar de ninguna relación, ni siquiera de la mía. Hay dos cosas luego del programa: seguir buscando relevancia o hambre de fama, y la otra es buscar un crecimiento profesional en tu rama o simplemente como aprendizaje personal.
Se dijo que la mayoría de peleas y momentos de tensión de los chicos eran libreteados. En su caso, ¿cómo fue?
Todo fue puro impulso. Siempre dije que era impulsiva, pero la vida me ha enseñado a ser pensante. Hubo cosas, pero en mi caso nada fue libreteado. Existían situaciones que se hacían porque eran parte del formato del programa, como por ejemplo citar a otra persona en el cuarto rojo. Te sentías presionado, porque si de mí dependía, siempre elegía a Andrés. No hice nada libreteado. También hubo cosas en las que quizá no debía reaccionar así, pero nadie sabe lo que harás cuando estás sometido a altos grados de ansiedad, estrés, agotamiento mental y una acumulación de todo.
A raíz de esos momentos en los que explotó, lloró o protagonizó una discusión, salieron memes e incluso un filtro de Instagram. ¿Cómo toma todo esto?
Me río. Nunca me esperé nada de eso. Siento que mientras estuve allá, no estaba pendiente de qué se viralizaba, pero me mato de risa, me parece muy gracioso. Me río de mí misma porque es la mejor terapia.
Discutió muchas veces con Andreína Bravo. ¿No guarda rencor con alguno de los participantes?
No me refiero a ninguno de los participantes y no lo haré. No soy una mujer de rencores, el que se pela conmigo es porque quiere. Sé de la vida de los participantes que quiero saber, del resto no. Uno elige de quiénes rodearse.
¿Cierto que usted era de las pocas que se llevaban bien con la producción turca? Hasta se hablaba de una preferencia.
Decían que era la favorita de producción y lo confirmo. Me da risa que digan eso porque si eres querida, es porque haces bien tu trabajo. Me dieron una despedida hermosa y un mensaje muy bonito.
¿Es cierto que le propusieron estar en la segunda temporada?
Sí, me hablaron de una segunda temporada, pero es para gente soltera y ya no aplicaría.
Pese a eso, se vio que no le compraron el pasaje de regreso a tiempo. Incluso su mamá (María Mercedes Cuesta) realizó varias publicaciones en Twitter, preocupada por su regreso...
Muchos dijeron que mi mamá hizo drama, pero eso fue lo que hizo que me compren el pasaje. Muchos participantes estaban haciendo presión por el vuelo, las maletas, el tiempo, las escalas. La producción me preguntó si necesitaba llegar pronto a Ecuador, entonces les dije que no se preocupen, ya que lo fundamental para mí era estar antes de Navidad. Tuvieron problemas con los vuelos y muchas cosas más. Me iba el miércoles, después viernes y nada. Estaba con gripe y en realidad muchos estuvimos así, fui una de las últimas en caer. Me dio tos y fiebre. Igual todos viajaron porque la PCR salió negativa. Era mentira que tenía COVID y que por eso no podía salir.
Entonces usted no tiene molestias con la producción. ¿Cumplieron con todo lo que prometieron?
No tengo nada malo que decir. Lo hecho, hecho está. No sirve de nada seguir quejándose. Como en todo lugar, existieron cosas que molestaron a todos, pero tenían solución. Conmigo fueron maravillosos.
Planes para salir del país, ¿quizá irá a Bolivia?
Me voy a ir a algunos lugares. No quiero que por estar en ‘El poder del amor’ me traten como la gran estrella, porque ni siquiera fue un reality de talento o competencia física; era del amor, que no tiene ningún tipo de relevancia, sino que para mí fue de aprendizaje y ahora comenzaré mi carrera. Nadie tiene que contratarme por ‘El poder del amor’, sino por mi casting.