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Farándula

El colombiano es conocido por sus papeles de villano en diversas producciones.KARINA DEFAS

Jairo Ordónez, un ‘malote’ bien bacán

El intérprete está en Quito para brindar un taller de actuación. Dice que la creación de un personaje es todo un proceso.

Jairo Ordóñez es un actor con ‘chispa’. Desde niño se enamoró del teatro y fueron, quizás, el arte y los valores familiares los que le evitaron convertirse en un “chico malo”, como algunos de los muchachitos de Los Santos, un barrio en el centro de Bogotá, la capital colombiana, donde creció.

Hoy está en Quito para contar esa experiencia escénica en un taller, hoy y mañana. “No es por el tema de generar ingresos, sino de compartir. Cada persona es la protagonista de su vida y actúa todo el tiempo”, narra el artista.

Siempre muy apegado a la interpretación, ya de adulto, Ordóñez se convirtió en el ‘malo’, pero solo en la pantalla. Él ha participado en novelas, series y obras de teatro, en las que ha dado vida a guardaespaldas de famosos narcotraficantes y otros personajes ligados a los negocios de la droga.

‘Mugre’, en Muñecas de la Mafia; ‘Mugroso’, en Sin senos sí hay paraíso, y ‘Querubín’, en Rosario Tijeras, son sus papeles más conocidos y los cuales han cautivado al público en varios países.

A Jairo lo abraza el actor Gregorio Pernia, conocido por su papel de Aurelio Jaramillo en la novela Sin senos sí hay paraíso.Cortesía

“Hay mucha comedia en algunos de esos personajes. Tuve que usar muchos modismos porque no podía decir groserías, así que inventé palabras como ‘culiescúpida’”, cuenta.

Esa construcción de los papeles es todo un proceso, asegura, pues trata de tomar lo mejor de ese ser ficticio para darle alma. “Siempre se debe entender que detrás de cada persona hay un ser humano y una familia. Justo eso uso para el taller”, resalta.

Un consejo para toda la vida

El director Santiago García, del famoso grupo de teatro La Candelaria, fue maestro de Ordóñez y, además de enseñarle mucho sobre la actuación, le dio una gran lección de vida. “Me dijo que hay que aprender a conocerse, que el problema no era mi cara. Cuando era niño me sentaba a llorar por feo y orejón. Nunca se lo conté a nadie, era algo que lo vivía solo”, precisa.

Sin embargo, ahora, convertido en un actor reconocido, comparte un mensaje de amor propio y actitud que pueden hacer que cualquiera tenga éxito.

El arte, un homenaje Uno de los momentos más difíciles que ha enfrentado Jairo fue la muerte de su madre hace unos cuatro años. Él estaba rodando las Muñecas de la Mafia y en una pausa habló por teléfono con ella. “Le dije: espéreme que el domingo llego. Tómese la droga (medicina) que ya voy y le preparo algo rico de comer. Ella me contestó: sigue haciendo lo que más te gusta... una hora más tarde, me avisaron que había muerto”, narra.

La noticia lo hizo enloquecer y, aunque le ofrecieron un carro para volver a casa, se negó. “Vamos a seguir rodando, les dije. Y, aunque no le entendieron, esa fue mi manera de cumplir lo que me pidió: hacer lo que me gustaba”.

Nunca ha parado de actuar, incluso en la pandemia, el arte siguió presente en su vida. Hoy, el auditorio del colegio Johannes Kepler, de 09:00 a 17:00, será el escenario en el que Ordóñez mostrará su talento, el mismo que a los 11 años lo llevó a Europa.

En la capital se topó con fanáticas que le pidieron tomarse fotografías.KARINA DEFAS

“Usé un papel calca y falsifiqué la firma de mi padre para poder salir del país y esa fue mi primera salida como actor”, concluye.

En Hollywood

Ha participado con reconocidos actores como Tom Cruise o Nicolas Cage.

Trayectoria

El extranjero lleva más de 40 años en la actuación.