Desde los 17 años que llegó a Guayaquil y empezó a trabajar como modelo de marcas y productos, Maggy Prado decidió dejar atrás a la chica que vivía en La Troncal. Estudió cosmetología y modelaje, y fue a partir de entonces que se dijo “sencilla nunca”.

Ciento por ciento, es cuestión de actitud, de sentirse bien con uno mismo. Las críticas siempre habrá, buenas y malas. Me gusta todo lo atrevido y sexy.

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Mi cintura y mis glúteos, pienso que son mis principales atractivos, pero amo todo mi físico.

En realidad hago poco ejercicio, tengo una estética y una tienda de ropa que se llevan mucho de mi tiempo, pero lo que sí me hago es mesoterapia y tratamientos estéticos, que es a lo que yo me dedico.

Todo lo que diga sensualidad es lo mío, me gustan los trajes de baño, tengo más de 50, de todos los colores y uno más atrevido que el otro; cuando viajo es lo primero que busco, porque viajar es mi otra pasión.

Ha habido de todo, hombres feos, guapos, flacos, gordos, altos, no tan altos, pero a mí me gusta mucho el hombre trigueño, con barba, pero si sale algún blanquito no le hago el feo.

Visité España, Francia, Bélgica, Holanda e Italia. París me impactó por su belleza hasta el punto de llorar cuando estuve frente a la torre Eiffel, era mi sueño de niña, por eso cuando estuve ahí llamé a mi papá para contarle lo emocionada que estaba. Ahí vi mucho hombre afro, pero fue en Bélgica y Holanda donde vi hombres muy atractivos.

Como todo en la vida, hay de lo bueno y lo malo. Me han tocado un par de novios espectaculares, buena gente, de gran corazón, pero también ha habido los malos, celosos, posesivos.

Solo dos relaciones serias, duraderas, de cuatro años cada una. El resto solamente han pasado por mi vida. Soy una empresaria, trabajo fuerte y como no tengo hijos, me gusta viajar, eso es algo que no todos comparten.

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Conocer. Cuando era niña quería ser azafata para viajar por el mundo; una vez que trabajé empecé a ahorrar para poder hacerlo. Me gusta visitar las grandes tiendas, ver modas, tendencias, precios. De Europa me falta mucho por ver, pero en Estados Unidos voy y traigo productos para mi estética y ropa para mi tienda, no todo es diversión, también es por trabajo.

Tengo un amigo que es personal trainer y me dice cómo alimentarme. En la mañana como muchas claras de huevo y en la tarde proteína y ensaladas. No me gustan los mariscos, aunque dicen que son afrodisíacos, no creo eso, lo que sí me encanta es el cangrejo, si por mí fuera lo comería todos los días.

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