Julio Román abrió su cuenta de Tiktok sin imaginar que un tiempo después una frase espontánea en uno de sus videos se convertiría en su pasaporte a la fama digital.

El publicista de 34 años, quien lleva 14 laborando en un call center, nunca pensó que algo tan simple como decir “¡ningún sopa!”, en respuesta a un comentario acerca de su orientación sexual, iba a hacerse viral. Ese y otros audios han sido utilizados para crear miles de videos y también por sonidistas en diversos programas digitales.

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“Fue una sorpresa total. Solo ese audio que tiene más de medio millón de vistas lo han usado 50 mil personas”, cuenta entre risas. Hoy, su personaje conocido como ‘La tía Sheila’, su nombre de usuario en TikTok, es todo un fenómeno en redes sociales. Ha sido invitado a pódcast, programas y emisoras, algo que él mismo aún no termina de asimilar.

“Todavía no me lo creo. De niño llamaba a las radios para pedir canciones, y ahora me invitan a hablar en vivo”, asegura Román, quien ha conquistado las redes con carisma, humor y autenticidad.

Pero, ¿de dónde sale la tía Sheila? Él lo explica con naturalidad. “Los niños tienen a sus maestras en la escuela, y yo soy como la maestra de los chicos de la comunidad (Lgbti+). Como la maestra de los ‘mecos’, por decirlo así. Por eso me dicen la tía Sheila”. El apodo pegó tanto que incluso quienes lo rodean ya no lo llaman por su nombre real. “Ya nadie me conoce como Julio; soy la tía de la comunidad”, dice con tono jocoso.

La fama en las redes es efímera

Aunque es profesional y está consciente de que la fama en las redes es efímera, quiere enfocarse en hacer realidad su sueño que va más allá del entretenimiento. Su deseo a futuro es abrir su propio restaurante de comida típica y seguir en sus redes.

“Voy a vender menestra, piqueos, tragos… Mi mamá sabe cocinar comida peruana, así que quiero mezclar sabores, como un mar y tierra con mariscos y cosas criollas”. Entre sus planes también está seguir vinculándose con el mundo del espectáculo, algo que lo apasiona profundamente.

Fuera del personaje es Julio, o Julián, como lo llaman sus amigos, un hombre tranquilo y divertido que prefiere estar lejos de la polémica. Pero cuando está frente a la cámara del celular o a un espejo, todo cambia. Aunque su popularidad crece, se mantiene con los pies en la tierra y agradece el respaldo incondicional de su familia.

Homofobia presente

La exposición pública lo ha enfrentado a la envidia, a prejuicios sin fundamento e incluso a comentarios homofóbicos. Algunos llegaron a herirlo profundamente, al punto de hacerle cuestionar si debía seguir en las redes, pero con el tiempo se dio cuenta que los ataques de ahí no pasaban.

“Muchos me decían que les caía mal, ahora me escriben para decirme que les encanta lo que hago. Que soy chévere. Eso me llena el corazón”, agradece Julio.

Datos

• El sonidista del programa de fútbol Marca 90 fue quien empezó a usar sus audios.
• Forma parte del pódcast Los sinvergüenzas.

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