El presentador de noticias, Juan Carlos Aizprúa, preocupó a todos sus seguidores de Instagram, luego de que publicó, hace varias horas, una fotografía desde el área de emergencia de un hospital en Quito. 

Juan Carlos, explicó mediante un video, que el martes pasado presentó varios síntomas muy similares a los del COVID-19, "Sentí mucho frío y fiebre, pese a que esa hora se registraba sol en el área donde vivía. No me sentía seguro para manejar por lo que llamé a un taxi y me fui al hospital. Tenía 38 grados de temperatura y dolor muscular". 

El también reportero, fue tratado como un paciente con coronavirus, por lo que permaneció en esa área aproximadamente tres horas,  donde lo inyectaron para calmar el dolor. También le realizaron las pruebas respectivas para constatar si era o no un contagiado. Le hicieron una radiografía y no tenía manchas blancas en sus pulmones, como se suele ver en las personas positivas del virus. Nunca perdió el sentido del olfato y gusto.

"Se me vinieron pensamientos y sentimientos porque había estado con mi familia en Salinas y no quería que estén contagiados. No quise hablar con mi madre para ver cómo avanzaba mi estado de salud y no preocuparla", narró el periodista. 

Aizprúa decidió contra su experiencia ante lo sucedido, "cuando llegas en ese estado, te dejan solo, incluso te colocan en una caja transparente para trasladarte de área. Me dio taquicardia y en cierto aspecto claustrofobia. Se me vino a la mente el qué pasaba después y si llegaba a perder el conocimiento. Estaba muy preocupado. Se me rodaron un par de lágrimas, porque me sentía solo y triste".

Pese a lo antes mencionado y el gran susto del presentador, el  resultado fue una faringitis, pero pidió crear conciencia en los ciudadanos que no toman los cuidados respectivos. "El virus no se ha ido y sigue entre nosotros (...) Estoy se puede evitar manteniendo los protocolos y el distanciamiento. Esto ya es parte de nosotros, los hospitales se ha adaptado para atender a pacientes con este virus, que son la prioridad. Entrar a una área de emergencia fue impactante, sorprendente y doloroso, ver a todos los médicos con los trajes de bioseguridad como en las películas".