Hace poco anunciaron su separación (por motivos laborales) tras haber regresado de su luna de miel en Europa, ahora, han celebrado este sábado una nueva boda, pero, de película.

Los actores Jennifer López y Ben Affleck se dieron el “sí, acepto” en una ceremonia imponente y guardada en secreto, celebrada como Dios manda en la finca de que posee el artista en Riceboro, Georgia y que está avaluada en nueve millones de dólares.La cantante de sangre boricua lució un vestido en tono blanco de Ralph Lauren confeccionado en Italia y cargado por sus hijos y la hija de su marido, Seraphina.

Ben, también llevó un traje blanco que resaltaba por la corbata de moño negra que hacía juego con los pantalones. 

Como accesorios, la intérprete de Dance again, llevó pendientes de diamantes y el imponente anillo de compromiso con el que el protagonista de Pearl Harbor le propuso matrimonio por segunda vez y que fue muy comentado. 

Tal como lo publicó EXTRA, a mediados de julio los tórtolos se escaparon a Las Vegas para tener una primera boda mucho más íntima con un mínimo de invitados, ahora definitivamente, de acuerdo a ellos mismos, se trata de la boda de sus sueños por la que esperaron casi dos décadas.