De cantar libremente para ganar billete pasó a hacerlo -un poco intimidado- en el CDP (Centro de Detención Provisional) de Portoviejo, donde estuvo detenido seis días, desde el pasado 21 de mayo. Quería que supieran que él era Jaime Enrique Aymara, el cantante. Sabía que así podía hacerse panitas de los otros detenidos.

Llegó a ese lugar por estar impago en las pensiones alimenticias de un hijo de 21 años. La deuda de ese entonces era de 47.503 dólares, según el Sistema Único de Pensiones Alimenticias (SUPA), pero para salir le tocó dar un abono de 25 mil. ¡Está endeudadísimo!

Luego de lo que él denomina una “tormenta”, conversa con EXTRA y narra lo vivido.

¿Cómo fueron esos seis días encerrado?

No se lo deseo ni a mi peor enemigo. No puedo decir que me la pasé tan mal porque en el CDP de Portoviejo los guías se portaron muy bien conmigo. El caporal me recibió bien, me cocinó y ayudó. No sabía hacer nada. También había gente buena que estaba en la misma situación.

¿Cómo es ese lugar?

La seguridad no es buena. La ducha también es terrible porque no es nada higiénica. Todo el lugar para bañarse está lleno de hongos, tenía que tirarme agua afuera de la regadera. Los baños no tenían puertas; tenías que hacer tus necesidades y el resto te veía. Tuve la suerte de que a las 21:00 me dejaban salir para asearme con tranquilidad cuando todos estaban en cama.

Por lo visto se hizo conocidos...

Me regalaban los platos y la vajilla porque no tenía nada para comer en ese lugar. Sé que ya están arreglando los baños y espero contribuir en algo (...) Fueron seis días en los que no sabía lo que iba a pasar conmigo. Debía estar produciendo dinero y no entre esas cuatro paredes con los brazos cruzados.

Lo detuvieron haciendo un show en Santo Domingo de los Tsáchilas, ¿perdió dinero?

Tuve que devolver anticipos. Tenía otras presentaciones pendientes. Perdí contratos en Ambato. Tengo la prohibición de salir del país y no entienden que voy allá por las giras y porque me gano el dinero.

¿En prisión todo es más difícil?

Sinceramente sí. Por cincuenta centavos me ayudaban a lavar la vajilla porque querían plata para comprarse una galleta o una cola. Un dólar en prisión es bastante.

De los seis días encerrado, ¿cuál fue el peor?

El primero. Llegué con miedo e intimidado. Un muchachito me intimidó y me desafió a cantar. Me tocó cantarle a capela (casi nunca lo hace) para demostrarle que era el artista. Dijo que me había escuchado, pero no sabía quién era. Otros más me pidieron que les cantara y tuve que hacerlo para caerles bien. Eso me ayudó a que me trataran bien. Me intimidaron, pero luego agarré confianza.

Lo tuvieron cantando

Sí, canté en un campeonato de fútbol y también para la prisión femenina. El 18 de julio regresaré para darles un show por el Día del Recluso.

Hubo críticas por su caso. Unos dicen que lo sucedido fue por andar de coqueto...

Siempre fui soltero. Nunca soy de relaciones estables. Mi relación más larga fue de 4 años. Tengo tres hijos (de parejas distintas). Si he tenido muchas relaciones es de soltero y está bien, pero cuando estoy con alguien, me gusta la estabilidad. Uno tiene que ser coqueto en el escenario. Es nuestro trabajo.

También le dieron ‘palo’ en redes sociales

Los mensajes fuertes en vez de ‘matar’ mi tiempo contestándolos o peleándome, mejor los bloqueo y no pasa nada. No tiene sentido desgastarme por algo así. Pero debemos reconocer que cuando hay polémica uno ‘pega’ en el medio de comunicación.

¿Entonces esto pasó por generar contenido?

No. Este problema ya tiene tiempo (...) El morbo de la gente es así. Te quiere ver y preguntar. Hay que sacar provecho.

Pero ¿esto afecta la carrera artística o no?

Afecta en todo tipo de carrera, no solo artística porque la gente te ‘tacha’ de todo. La imagen se ve afectada, pero cuando ya sales vas aclarando las cosas y todo cambia.

¿Le dolieron las críticas?

Nunca me dolieron los comentarios. Cuando participé en ‘Ecuador Tiene Talento’ (2012) aprendí a bañarme en aceite. Todos tienen la libertad de hablar. Lo que me dolió fue saber con quiénes no cuentas en esos momentos.