En el escenario son cuatro bombas sexis. Envueltas en ceñidos enterizos de randa y pequeñas faldas con brillos, las integrantes del grupo Experiencia Musical Merakison seducen al público con su variado repertorio: tecnocumbia, chicha, bachata, cumbia, salsa y hasta reguetón.

“Lo único que aún no nos hemos animado es hacer rancheras, pero no descartamos la posibilidad, porque también están de moda”, menciona Vanessa Arboleda, líder de la agrupación desde su creación hace tres años.

Ella es la ‘mami’ del grupo y guía a las chicas arriba y abajo del escenario. En su día a día es maestra parvularia. La paciencia con sus alumnos también le ha servido para sobrellevar las críticas que genera la vida artística. “Hemos tenido que aguantar todo tipo de propuestas”, confiesa.

Sin embargo, el “cuánto cobras” o “cuánto te pago si me acompañas” son tan comunes en la profesión que ellas ya no paran bola. Que las tilden de ‘robamaridos’ o ‘borrachas’ también las tiene sin cuidado.

“Nosotros terminamos una presentación y directito a la casa. No nos quedamos por ahí... Máximo vamos a comer algo”, refiere Carolina Sarrade, otra de las integrantes. A ella la consideran la psicóloga del grupo. Escucha atenta los problemas de las demás y siempre trata de unirlas cuando hay un roce.

Los encontrones son muchas veces porque Maddy Guerrero ‘muere’ de hambre. Sus compañeras dicen que tiene un carácter fuerte, pero ella asegura que comiendo, el malhumor se le pasa.

Recuerda que en una ocasión tenían un evento en el sur de la ciudad y no habían tenido tiempo para el ‘lunch’. Así que con todo y vestuario (traje de brillos y tacos) se fueron a buscar unas ‘salchis’.

Yomaira Pastrana es la modelo de Experiencia Musical Merakison, pero también la más tranquilita de las cuatro. Su sueño, además de la música, es ejercer su profesión de azafata.

Cero pleito

Para las integrantes, el secreto del éxito musical es trabajar siempre con profesionalismo. Las pasiones y celos no están permitidos. Todas brillan en la tarima, asegura. Incluso cuando alguien les propone un trabajo artístico individual, lo rechazan.

Esto ha permitido que al grupo nada lo separe. Ni la ‘lengua’ de una persona pudo hacerles daño. “Habló muchas cosas y hasta hizo bajar una entrevista nuestra de un medio digital, pero no cedimos a sus provocaciones y creemos que ya se cansó”, afirma Vanessa.