A Héctor le encanta caminar por La Mariscal, norte de Quito. Tanto que hasta ha organizado recorridos para contar a los quiteños las incidencias históricas de la zona. “La historia siempre me gustó, pero me parecía aburrida en las clases. Así que opté por contarla como chismecito”, explica.

Él (con pelo rosado) se graduó de comunicador social, pero no pudo dejar de lado los libros de historia y aunque no siempre le dio para la ‘papa’, no desistió. Escribía artículos en su blog, pero con el boom de TikTok, en 2020 decidió cambiarlos por videos más informales, pero con la misma rigurosidad investigativa. “Hago ‘lives’ (videos en vivo) los fines de semana y en el contenido doy como pastillas para que se ‘piquen’ y sigan investigando”.

AHORA SÍ, A GANAR BILLETE

Poco a poco dio a conocer su trabajo, tanto que ha sido convocado por varias instituciones públicas para hacer consultorías históricas. Eso no es todo, pues su imagen fresca y estilo descomplicado han hecho que algunas marcas se interesen en su perfil y lo llamen para publicidad.

“Yo puedo decir que vivo de la historia. Es solo cuestión de buscar la forma más dinámica de contarla, incluso controversial”, sostiene. Es que meterse con los héroes de la patria también ha sido cosa seria, ya que también ha encontrado secretitos no contados. “Quería inculcar el gusto a la historia con datos poco comunes, y no estar aprendiéndose fechas o textos”.

En total tiene 125.000 seguidores, a los que responde sus inquietudes, aunque a veces sea todo un reto, porque “preguntan cada cosa”, comenta entre risas. En su canal ha hablado, por ejemplo, de los males de amor de personajes como Aurelio Mosquera Narváez, un expresidente que fue engañado por su esposa.

Y la polémica no ha faltado al contar el lado negativo de héroes de la historia como Simón Bolívar. “En el colegio nos enseñaron a idealizar a los que estuvieron antes que nosotros, pero también es bueno ver todos los ángulos de la historia y de eso me encargo yo”.

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