Gerardo Mejía regresa al ‘rapeo’ casi una década después de estar alejado de la escena musical. Aunque en un principio se sentía un poco “oxidado” a la hora de ‘lanzar versos’, cuenta que su hijo Jaden -que también está ligado a la música- lo ayudó a recuperar el “flow”.

Es el tema ‘Agua amarga’ el primer sencillo de su nuevo disco que lleva un mensaje cristiano. En la melodía participa el cantante puertorriqueño Funky. “No había hablado con él por 15 años, pero cuando le conté de la canción, le encantó”, describe Mejía, quien está radicado en Kentucky, Estados Unidos.

Fue todo un proceso el que debió enfrentar el intérprete de ‘Rico suave’ para darle forma a su nueva canción. “Cuando comencé (a hacer música nuevamente) y hacía las canciones de corrido, me ahogaba. Eso era por no estar activo con el micrófono o tal vez como secuela del coronavirus”, añade.

Hace unos meses, Mejía se contagió de la enfermedad y estuvo bastante delicado. Después de siete días de estar hospitalizado logró salir.

“Físicamente me tumbó y me costó levantarme, y eso que yo me cuido, que estoy en buen estado físico porque corro dos millas (3.2 kilómetros) al día... Me puse muy mal y hablaba con el señor (Dios) y le decía bueno, si es mi hora, estoy listo”, narra.

Hoy, Mejía está restablecido e intenta recuperar la capacidad pulmonar que tras la infección quedó afectada.

Desde el garaje

El nuevo tema del cantante tiene un estilo bastante ‘pegajoso’, una fusión del género urbano. “Es aprovechar un ritmo para llevar un buen mensaje”, resalta.

Con ‘Agua amarga’ trata de llegar al creyente para que aprenda a no jugar y a tolerar al que no lo es.

“A veces de la gente sale mucho chisme y existe una parte en la Biblia que dice que de la misma fuente no puede salir agua dulce y agua amarga... de una persona no puede salir bendición y maldición, debemos ser compasivos como hermanos cristianos”, acota.

Hace seis años, Gerardo comenzó su iglesia -con doce personas- en el garaje de la casa. Luego se mudaron al estudio de su esposa, Kathy, pero pronto también les quedó pequeño. Hoy, el templo dirigido por Mejía, tiene más de 400 fieles. 

Bien ‘guayaco’

Pese a que el creador de ‘Rico suave’ lleva más de cuatro décadas en la ‘Yoni’, su forma de hablar es muy ecuatoriana. “Soy muy genuino en eso. Viajo bastante a Ecuador y diariamente hablo con amigos que están allá (…) Incluso en la canción dice la frase ‘tirando mucha lámpara’ que solo el ‘guayaco’ entiende. Hasta en sus consejos paternales, Gerardo usa un lenguaje popular, como aquella vez que su hija Nadia, exreina de belleza y actualmente modelo, le dijo que sería uno de los rostros de una campaña para una conocida marca de ropa en Estados Unidos. “Le dije qué bien mi hija, estoy muy orgulloso”. Ese mismo sentimiento lo embarga cuando habla de Bianca, su primogénita y quien lo convirtió en abuelo. “Mi nieta Lily es una ‘bala’, ha hecho que se me caiga el pelo, yo amo a esa niña”, agrega.