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Farándula
Dayanna Monroy: Aún debe esperar para regresar a Ecuador
La periodista confiesa que le gustaría estar cubriendo los casos de corrupción a nivel nacional, pero su salida del país era necesaria
En 2020, durante la crisis sanitaria por el COVID-19, el periodismo investigativo tuvo rostro de mujer: Dayanna Monroy (33), en aquel entonces de 29 años y a través de sus reportajes para Teleamazonas, expuso una red de corrupción en los hospitales públicos. En abril de 2023 emigró a Estados Unidos y actualmente es parte de la estación Univisión 14.
¿Cuándo regresarás?
No sé cuándo. La verdad es que sí quisiera, tengo muchas ganas de regresar, pero como tengo poco tiempo en la nueva compañía donde trabajo (Univisión) no es que hay muchas vacaciones, estoy en un lado de Estados Unidos donde las horas de viaje a Ecuador son muchas, no es como Miami, por ejemplo, que estamos cerquita. Es más complicado tener algunos días libres para ir.
Lo reconsideras por la inseguridad que vivimos.
Sí, la verdad es que he tenido algunas alertas que me han dicho que espere un poco, por eso también es como que no lo tengo en un plan inmediato (volver). Si fuera por mí, yo estuviera allá en este momento.
¿Te fuiste por amenazas?
El motivo principal en ese momento era un crecimiento profesional, decir ‘quiero seguir, quiero dominar otro idioma’, realmente esa también fue una de mis motivaciones principales, hacer periodismo y explorar otro idioma, pero también había las amenazas que en algún momento sufrí y alertas de la policía. Yo tuve resguardo policial muchísimo tiempo, entonces, claro, ya existía todo este peso sobre mí.
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Salgo de Ecuador y luego la situación se puso más complicada. Miro atrás y digo: ‘oh, no sé si fue justo en el momento correcto’. También miro para atrás y digo: ‘quisiera estar allí, quisiera seguir informando lo que está pasando’. Además, mi familia me hace reflexionar mucho y me dice: ‘Dayanna, probablemente era el momento en el que tenías que irte’, pero yo siempre mirando a mi país para volver.
A Fernando Villavicencio (candidato a la presidencia), con resguardo policial, lo asesinaron, también al fiscal César Suárez (17 de enero de este año).
Todo eso me ha golpeado profundamente porque, por ejemplo, con Fernando (Villavicencio) había mucho vínculo. Cuando yo trabajaba en Teleamazonas hacíamos reportajes o replicábamos reportajes o complementábamos casos que él había investigado. También tenía vínculos estrechos con César Suárez, porque recuerdo que comencé a trabajar en Telerama y el doctor también empezaba como asistente de fiscal.
Son esas coincidencias que te pone la profesión y luego enterarte de esos asesinatos, obvio que te lastiman y te pones a pensar qué está pasando en el país con gente honesta. Donde sea que estemos, en distintos puntos donde nos ponga la vida o nuestra profesión, sale muy caro hacer lo correcto.
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***En plena pandemia, los reportajes de Monroy pusieron en evidencia la corrupción en hospitales del Sistema de Salud Pública, donde salió salpicado Daniel Salcedo y su entrenador Abraham Muñoz, quien vendió durante la emergencia sanitaria medicamentos de uso exclusivo del IESS como las ampollas Actemra en 1.000 dólares, cuando su costo real era de 200.
¿Te gustaría estar en Ecuador cubriendo el caso Metástasis?
Sí. Leyendo todos los chats (de la red de corrupción relacionada con el narcotraficante Leandro Norero, amigo de Salcedo) y recordando todo lo que pasaba es como una confirmación, algo que se intuía, porque nosotros (en Teleamazonas) comenzamos a realizar investigaciones sobre varios casos y si miras hacia atrás, todas esas personas han salido de prisión. Creo que fue como una confirmación de lo que ya se sospechaba. Muchas personas decían, incluso abogados: “las sentencias tienen precio en Ecuador”.
¿Te viste en algún momento amenazada por estas bandas criminales?
En su momento, como estaba enfocada en hacer periodismo, no veía el miedo, tampoco cuando estuve con acompañamiento de la policía. Yo seguía y seguía. El temor vino después de varios meses, como un flashback. Hubo un atentado al canal y yo recibía amenazas directas. Cuando llegué (a EE. UU.) comencé a ver cómo los ataques eran directos hacia periodistas, incluso una periodista de Diario Expreso aparece claramente mencionada en uno de los chats, entonces claro que piensas que tu vida estuvo en riesgo.
*Desde 2021 está casada con el español Pablo Pardo (34). Viven en San Francisco. Su esposo es sociólogo, comunicador, asesor y analista político.
¿Y los niños para cuándo? La típica pregunta (risas).
Te voy a retar, pero me gusta debatir sobre el tema, así que te lo voy a responder. Me tomo muy en serio la maternidad, todo el mundo me dice que si espero el momento perfecto, nunca llega, bla-bla-bla. Pero me estoy mudando de país, acabo de llegar, estoy en un nuevo canal. Queremos que todo se estabilice bien y comenzar a pensarlo. Mi esposo también tuvo que hacer toda esta movilización de su carrera para acá.
Dejó su país por ti.
Pablo tiene mucho cariño y curiosidad por Latinoamérica, y como es sociólogo, siempre me decía que quería venir. Más allá del vínculo amoroso y sentimental, él también tenía ese deseo de conocer Latinoamérica. Una de las cosas que consolidó nuestro matrimonio es el amor que Pablo le tiene a Ecuador, el respeto que tiene por la gente. Acá él es más ‘embajador’ de Ecuador que yo, porque pasa hablando de nuestro país, hablando de todo lo que significa Ecuador y me gusta mucho eso.
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