Casi lo botan de Egipto por guapo. Tal y como lo lee. El actor ecuatoriano Danilo Carrera contó en exclusiva a EXTRA lo sucedido en el país africano, pues muchos rumores giraron en torno a lo ocurrido, la semana pasada, cuando disfrutaba de sus vacaciones.

Diversos medios de comunicación internacionales alegaban que Carrera fue deportado de Egipto por andar coqueteando con las mujeres o como se dice aquí ‘por gallo bello’. Lo cierto es que él cuenta la experiencia de su viaje y la verdad de cómo sucedieron las cosas.

“Decían que era muy guapo. Vas caminando por las calles de El Cairo y las mujeres no tienen permitido ver a los hombres a la cara y por mi voz me sacaban y me preguntaban ¿eres Danilo?, supongo por las novelas que he realizado. A los hombres no les gustaba eso, pero qué podía hacer si así nací”, contó Danilo, entre risas.

Narra que en ocasiones se juntaban cerca de 80 mujeres a tratar de conversar con él y conocerlo, pues era un extranjero, incluso le pedían fotos.

“Había hombres que las vigilaban, no las dejaban acercarse mucho ni que me dieran un beso en la mejilla, peor abrazarlas, no se podía hacer nada. Entiendo porque es su religión. Me porté bien”, dice el protagonista de la telenovela Contigo sí.

Con respecto a la deportación, detalla que no es cierta, pero casi sucedió. Las mujeres lo ayudaron en ese momento. También admite que todo jugó para que se malinterpretara, pues tenía que volver a Ecuador por la grabación de la película Amor en tiempos de likes.

“Puedo regresar cuando quiera. No me pudieron deportar porque las mujeres hicieron huelga y pidieron que no me sacaran. Fue muy bonito porque gritaban ‘no se lo lleven’”, aclara el galán.

Con respecto a si su ego crece cuando suceden este tipo de cosas, responde que no.

“Volver a Guayaquil es un baño de realidad para mí, es volver a recordar a ese niño que se fue de esta ciudad hace 15 años en busca de sus sueños”, justifica.

UN INVALUABLE REGALO

Aprovechamos la conversación con el actor para consultarle si es cierto el rumor de que en Egipto le regalaron una invaluable joya y confirmó que era cierto.

“Una joven me dio un anillo y lo acepté, pero lo guardé y no me di cuenta. Luego consulté y se trataba de un anillo de oro y diamantes. Cuesta muchísimo, pero no les diré el precio”, finaliza.