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Farándula
La curiosa historia del cantante que tuvo que pintar casas y vender publicidad en Estados Unidos
El guayaquileño Xavier Enrique celebra 30 años en la música con un premio en EE. UU. Nunca perdió sus sueños de triunfar en la música
En su vida, Xavier Soledispa jamás había agarrado una brocha para pintar. Lo suyo siempre había sido tomar un micrófono, pedir pista y lanzarse a cantar. Pero el quedarse sin trabajo, a sus 46 años, lo obligó a migrar fuera del país, como miles de ecuatorianos lo han hecho.
Estados Unidos fue el país en donde, obligadamente, ante la necesidad, tuvo que empezar de cero, realizando tareas que nunca había imaginado hacer, pues toda su vida había estado ligada a la música.
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A los 9 años, en el colegio Domingo Comín, gracias a su talento para el canto su profesor Rodrigo Pacheco lo guió por ese camino, al escogerlo para un grupo musical. Temas de la época de grupos como Parchís y Menudo fueron sus primeros pininos.
Ya con 14 años (1984), su tío Armando Soledispa lo lleva a los ensayos del grupo de la Corte de Justicia de Guayaquil, “el cual no era oficial pero hacía buena música”, recuerda Xavier Enrique, como se hace llamar artísticamente. Con ellos comenzó a dar serenatas para el Día de la Madre, “ganando mis primeros chochos y comenzando esta linda aventura musical”, dice con nostalgia.
De cantar en quinceañeras y a las mamitas, pasó a presentarse en peñas y centros nocturnos de Guayaquil, al tiempo que, para sostener a su familia, laboraba en una empresa. Pero vino la crisis, la compañía hizo recortes y él quedó fuera. Seis meses después tuvo que migrar a Estados Unidos.
Sacrificio y música
Ya en la ‘Yoni’ lo de la música parecía ser historia. Había que trabajar en lo que caiga y hacer billete. El primer empleo que le consiguieron fue como pintor de brocha gorda. “Ahí aprendí el arte de pintar, pero casas y paredes (risas). En la vida, jamás había cogido una brocha”, recuerda sobre esos momentos.
También laboró conectando y sincronizando centrales de aires acondicionado y hasta de vendedor de publicidad en el Especialito, el periódico latino de gran circulación en Nueva York, donde reside.
Pero su pasión por la música lo volvió a llamar. Y Xavier Enrique, el balada-bolerista, volvió a cantar y hoy en día disfruta de su retorno. En el 2022 graba su álbum Quiero volver a vivir, donde incluyen cinco temas de su autoría, y este 2023 sacó Te pido perdón Mamá, tema en el que incluso hace participar a su progenitora en el video.
Por su trayectoria, incluso este año fue reconocido en los Premios Unidad, que se entrega en Estados Unidos. “Del trabajo con las brochas y los aires acondicionados agradezco el empuje que significaron para salir adelante, pero es a la música a la que brinda mi vida”, dice con satisfacción.
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