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Farándula
El clóset de los 'famosillos': El look de Mauricio Herrera y Bryan Bartolomé
En la nuevo sección del Diario, nos colamos en los vestidores del empresario y de su esposo para ver sus zapatos, camisas, entre otras cosas
El armario que comparte el empresario Mauricio Herrera con su esposo Bryan Bartolomé parece una tienda de ropa fina en la que uno no sabe qué elegir.
Se divide en tres secciones. En el primer clóset se encuentran los perfumes, camisetas, medias, trajes de baño. Todo está ordenado meticulosamente. Y casi todas las prendas son de marca, como sus bóxer, de la línea estadounidense Calvin Klein. Uno puede llegar a costar ¡40 dolaritos!
No termina allí. Algunos perfumes son regalos de amigos. Otros los han comprado en París, Estados Unidos y demás países que han visitado. Los esposos disfrutan de viajar e ir de shopping.
“Aprendemos un poco de la moda de otros lugares porque nos gusta vestirnos bien”, dijo Bryan para ‘El clóset de los ‘famosillos’, un espacio de entrevista que se publica en las redes sociales de EXTRA (@ExtraEc, en Facebook; y @DiarioExtra, en Instagram) los sábados.
¡Agárrense! en su segundo armario tienen más de 100 corbatas, camisas y unos 50 sacos (los preferidos de Bartolomé), ya que la gran mayoría son sus diseños, hay otros que han comprado.
Explican que en todo clóset deben existir prendas de marcas, para momentos especiales, en su caso tienen: Balenciaga, Gucci y Prada, ropa cara, como dice la popular canción de Camilo.
GUSTOS DISTINTOS
Mauricio explica a EXTRA que su esposo reconoce lo que le gusta y lo ayuda con el look diario. Sus gustos son distintos. Él prefiere las prendas más colorida y llamativas (tiene un terno amarillo), mientras que Bryan es de colores negro y blanco.
EN LAS CAJAS
Su tercer clóset es exclusivamente para sus 300 pares de zapatos, muchos de ellos aún en cajas sin estrenar.
Mauricio luce calzado Gucci o los que sean ligeros y planos. Bryan opta por botas negras, pues son sus preferidas.
El empresario menciona que su mayor peligro es viajar y visitar tiendas de zapatos, porque no puede salir de ellas sin adquirir varios pares.