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Farándula
Claudia Gómez tras su tercer divorcio no quiere saber más de matrimonio
La actriz Claudia Gómez asegura que no necesita de una pareja para rehacer su vida. Ahora sale a divertirse con su ‘pata’ del alma, Paola Farías
La tercera fue la vencida. Claudia Gómez está ‘curada’ del matrimonio y no volverá a casarse, tras su último divorcio.
Luego de pasar unos meses difíciles, la actriz afirma que aprendió la lección. “Hay que ser decidida y tener fuerza de voluntad, no necesito de una pareja para salir adelante”, dice Claudia, de 49 años.
Asegura que cuando toma una resolución no hay retorno. “Así lo hice cuando elegí dejar el vicio del cigarrillo, dije: ‘No fumo más’, y de eso han pasado 16 años. Soy así en todo en mi vida”.
Todo se derrumbó
Hasta hace poco negaba su separación de Allan Bohórquez, un experto en jiu-jitsu japonés, con quien estuvo casada cerca de nueve años. Ahora, habla con tranquilidad del tema.
“Había situaciones que tratábamos de solucionar, pero con el pasar del tiempo se vino todo encima y tomé la decisión de que lo más sano, y lo mejor para cada uno, era seguir cada quien por su lado”.
Su ruptura coincidió con el fallecimiento de su papá, lo que expresa hizo que quisiera aislarse para sanar en soledad.
“No hubo infidelidades ni maltratos, fueron otras cosas muy personales, que prefiero no exponerlas”.
Retoma su vida
Por ahora prefiere estar sola, algo que no es nuevo para ella. “Me crie sola, soy muy ermitaña, de pocos amigos, mi única amiga es Paola Farías, no tengo más, y mis compañeros del teatro, que son como mi familia”.
Mantiene su mente ocupada en el teatro, que es algo que la apasiona, también disfruta de sus siete hijos y ocho nietos.
Además, retomará la práctica de las artes marciales, que las dejó tras su separación”.
“Me distraigo bastante y no estoy pensando: ‘¡Ay, que estoy divorciada! ¿Qué va a ser de mí?’. Para nada. Nuevamente me estoy reuniendo con Paola, salimos y nos distraemos”.
De Paola Farías, expresa que es un pilar fundamental en su vida. “Siempre me ha dado la mano cuando más la he necesitado, con consejos, apoyo económico. Es incondicional, una amiga que vale oro, como una hermana”, finaliza.