En medio de un escándalo por supuesto maltrato y agresión física. Así terminó la relación de Carlos José Matamoros y Kathe Lino, la Puchy. La pareja, que en agosto pasado anunció que contraería matrimonio en Aruba, sorprendió a la farándula este 24 de octubre con su repentina separación, de la que habían acordado no hablar públicamente.

No obstante, Puchy incumplió y comenzó a subir a sus historias de Instagram una serie de comentarios con indirectas al presentador, algo que lo molestó, pero se mantuvo firme. “No voy a hablar de lo sucedido”, dijo Matamoros.

Rasguños en la cara

Lo peor estaba por llegar, ya que la modelo subió a la misma red social una foto en la que se la ve con rasguños en su rostro. “Miren lo que tengo, ya callé mucho tiempo, solo hice de deshacerme de tantas cosas que me he callado”, por lo que de inmediato se comenzó a especular que habría sido agredida por su pareja, pese a que ella no especificó cómo había sido lastimada.

Matamoros ratificó a EXTRA su deseo de no expresarse al respecto. “Lo cierto es que yo me mantendré callado”.

Ante la insistencia, añadió: “Tengo todo para defenderme, pero nunca lo voy a hacer público. Que la gente piense lo que quiera”.

Mientras que la Puchy aseguró no tener la menor idea de las publicaciones que empezaron a circular en las redes con la foto de ella lastimada.

Carlos José y Kathe habían retomado la relación por segunda ocasión. Anteriormente ella se expresó mal de su pareja, diciendo que tenía su órgano masculino chiquito.

Pasado el tiempo, reconoció que había mentido por el coraje, le pidió disculpas y volvieron a estar juntos, al punto de que ya hablaban de matrimonio.

Al recordarle aquel lamentable episodio, ella se defendió: “No es lo mismo. No es verdad, todo esto es un malentendido”.

Sale en defensa

La panelista de farándula Soraya Guerrero, quien comparte la religión de la santería con la pareja y es madrina de la Puchy en la misma, indicó que Matamoros no es un agresor. “Carlos José no la ha agredido. Esa foto es anterior, de una vez que uno de los perros la aruñó. Si se fijan bien, son aruñazos, no es golpe”.

Mientras tanto, las redes siguen replicando la foto e incluso en ella fueron etiquetadas autoridades locales, eso sin tener certeza de lo ocurrido.