El queso de hoja y el manjar de leche no pueden faltar en la cocina del asambleísta Jorge Pinto.

Para el representante del partido Alianza CREO no existe un mejor snack que aquel bocadillo que, en ocasiones, acompaña con bizcochos y cafecito negro. “Me encanta, sobre todo cuando estoy trabajando desde la sala de mi casa”, explica.

Como en muchos sectores del país, las actividades presenciales en el Palacio Legislativo están suspendidas debido al repunte de la pandemia. Así que Pinto aprovecha para laborar desde casa y no despegarse de las golosinas que compran su esposa y sus hijas, de 12 y 14 años. “Tratan de darme las porciones adecuadas, pero no en exceso”, agrega.

La mermelada de guayaba y la de mora jamás falta en su nevera. El parlamentario es bastante dulcero y no la hace el ‘feo’ a cualquier chocolate.

Sin embargo, al ser un hombre ‘fit’, los jugos verdes y el ejercicio no pueden faltar en sus jornadas.

Es él quien se levanta primero en casa y llena la licuadora con cualquier hoja verde que encuentra para disfrutar en familia de un desayuno saludable. “No les gusta el que tiene rúcula, pero igual se lo toman”, añade Pinto.

En casa, los almuerzos casi que son sagrados, especialmente cuando tiene la oportunidad de teletrabajar. “Tratamos de coincidir aunque sea ese tiempito, antes de regresar a las sesiones”, menciona.

En otras ocasiones, el asambleísta ‘camella’ desde la oficina. En esos días las pasas no pueden faltar para ‘domar a la leona’.

Avenita y galletas

Al asambleísta Luis Almeida también le gusta picar algo pequeño cuando trabaja desde su oficina en Guayaquil. Unas galletas, por ejemplo, son el refrigerio ideal para la media mañana. Eso sí, el parlamentario sale de casa bien desayunado. Dos vasos de leche con café, pan, patacones o tortilla de huevo son un clásico para el representante de la Alianza Partido Social Cristiano. “Por este tema del virus, mando a ver el almuerzo a mi casa. A las tres o cuatro de la tarde ya vuelve a dar hambre y me como una fruta”, describe.

Pero son, sin duda, los días que se queda en el hogar los mejores a la hora de las golosinas. Su nieta Luisana, de 6 años, lo mima con uno que otro caramelo.

Aunque el legislador también es muy habilidoso para la cocina. Cuando tiene hambre, se prepara un sánduche y lo combina con colada o con la infaltable ‘quaker’ que siempre está lista en su nevera.

“Soy un hombre hogareño, me gusta la comida de mi casa, estar en familia y ver películas en mis ratos libres. Las románticas y las científicas son las que más me gustan. Ya el fin de semana me voy al campo a trabajar”, concluye.  

EL DATO

A Pinto le encanta la pizza y las carnes rojas. A Almeida, los jugos de papaya y maracuyá.