Cinco días después del fallecimiento de la productora de televisión Anita Buljubasich, su hija Ana Paula usó sus redes para hablar de la relación de complicidad que la unía a su mamá a quien consideraba su punto débil, su armadura y su fortaleza.

A través de un sentido mensaje, Ana Paula, cantante, actriz y presentadora de 30 años, le dedicó varias líneas llenas de ternura que acompañó con fotos y videos familiares, sobre todo, el que recibió el día de su cumpleaños, a través del cual su mamá le cantaba el cumpleaños feliz, detalle que la hizo llorar. Horas más tarde, la mañana del martes 15 de abril, Anita era sorprendida por un paro cardíaco.

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“Estos días han sido de terror, han sido muy dolorosos y he estado tratando de agarrar fuerzas para hablarles, parecer fácil, pero no es, y para no llorar hay que ser un poquito más fuertes como mamá. Mi mamá era fuerte...”, comentó Ana Paula, quien llegó desde Argentina, donde reside y trabaja, para darle el último adiós a su mamá.

Desde el fondo de su corazón agradeció por los numerosos mensajes recibidos, así como la cantidad de amor que le han dado a su familia y por todas las anécdotas que le contaron quienes conocieron a Anita.

Preguntas sin respuestas

En medio de la incertidumbre, ante la soledad y la ausencia, la hija le hizo varias preguntas. “¿Qué pasó? Y nuestro juego? Perdí? ¿Por qué te vas, ya no quieres jugar? Pero… si nos faltaban tantas rondas más. Me explicaste cuáles eran las reglas del juego, pero no cuáles botones debía tocar para que no doliera tan fuerte si te retirabas. ¿Me toca sola ahora?”, cuestiona.

Antes de finalizar la misiva le hace saber lo mucho que la amó y el reencuentro que espera se dé en algún momento. “Te amo en esta y en todas las vidas que nos toque reencontrarnos, te amo con todas las fuerzas que me quedan y las que voy a ir adquiriendo con el tiempo. Te amo hasta la eternidad mamá”.

En una de las fotos que posteó Ana Paula, se ve a una libélula posada en su frente, respecto a eso detalló que: “en la mañana le había pedido una señal, y en la tarde una libélula se posó en mi frente, era ella, yo lo sé”.

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