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Farándula
Alejandro Sanz: Detalles de lo que se vivió en su concierto en Guayaquil
La lluvia no impidió que sus fanáticas estén presentes. EXTRA le cuenta varias historias de los asistentes al show del cantante español
Llueve y bajo la lluvia entran los ecuatorianos en columnas que se mueven ágilmente para ingresar al Estadio Modelo Alberto Spencer en busca de buenos momentos para disfrutar junto al cantautor español Alejandro Sanz, el pasado sábado 22 de abril en Guayaquil.
La lluvia lo envuelve todo niña, pero a diferencia de la canción, nadie está triste. Antes de la caída del sol unos nubarrones negros opacaron el sol de la mañana y pintaron el cielo de tonalidades grisáceas que enviaron advertencias a los asistentes y vendedores para que agarraran sus mejores vestimentas impermeables y hacer negocios de los ponchos de colores traslúcidos, pero al igual que la durabilidad de esa indumentaria, la garua cesó a la entrada.
A paso rápido, pero sin caer en la desesperación la gente se ubicaba en sus puestos y, en vista de que no caía ni una gota, aprovecharon para sacarse las mejores fotos en parejas, amigos y con la familia. Es así como Jenny Lizano (57 años) junto a sus hijas Karina (37) y Kathya Rivera (28), quienes con deslumbrantes sonrisas posaban frente a la cámara del celular de una amiga de la infancia de ellas, en el pasillo a espaldas de la tarima donde pocas horas después se presentó el artista. “toma otra, una aquí y otra en las sillas” decía entre risas a modo de burla a su amiga. Su mamá las miraba contenta y agradecida, ellas le habían obsequiado a mediados de diciembre del año pasado las entradas para ver a su cantante favorito en concierto.
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- La esencia en busca del paraíso
A pocos metros de distancia se encontraba un grupo de mujeres atiborradas de cintos, brillos, carteles y pulseras de goma azul contagiaban a los demás con su descomunal entusiasmo. Su más grande ídolo se iba a presentar y como siempre su club de fans, La esencia de Sanz, estuvo presente para apoyarlo una vez más en el país cacaotero. Alejandro canta para alguien como Priscila Bermeo (40), una de las integrantes del club, quien desde 1993 ha seguido la trayectoria del madrileño y tiene un espacio en una caja donde guarda sus objetos más preciados solamente para atesorar cada cosa que sea sobre él. “(Alejandro) transmite sencillez, humildad, respeto y amor por sus fans, es una persona muy atenta con nosotros y nos hace sentir que somos su prioridad” expresa con una semi sonrisa mezclada con un semblante de plenitud y agradecimiento.
La intermitente tempestad regresó con fuerza “siempre viene en estos meses de invierno, y a él le gusta mucho la lluvia, no le molesta para nada, sigue con sus conciertos como si no estuviera presente” dice entre risas y con una seguridad absoluta.
- Una sola voz para y por Ecuador
Los cuatro ceros marcan 20:00 horas y es el mismo instante en el que salen al escenario varias personas vestidas de negro y cubiertos en escarcha, era Una Voz Ecuador (UVE), quienes le agradecieron a Sanz la oportunidad de abrir el concierto de él. Varios artistas de distintos grupos de la urbe cantaron alrededor de cinco canciones que se destacaban por ritmos rockeros mezclados con letras protesta y de hermandad.
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- ‘Yo te prometo si me escuchas niña, darte arte’
Las pantallas se prendieron con colores entre rojo, gris y amarillo, los músicos salieron y entonaron varios riff de algunas de las canciones más sonadas del madrileño, la gente entusiasmada, pero siempre manteniendo el orden y el respeto entre ellos gritaban y alzaban sus celulares para no perderse la entrada de su anhelado artista. Con un retumbo acompañado del flashazo de un rayo, se abrieron las pantallas a modo de portón que dio paso a un muy rubio Alejandro Sanz entonando con su voz rasposa y envolvente la letra de No es lo mismo, resaltando con su vestimenta celeste fue bajando de a poco los escalones para acercarse al público. y no se hicieron esperar sus más grandes éxitos como Mi marciana, Mi soledad y yo y Corazón partío que llenaban a la multitud de alegría y de lágrimas diluidas e imperceptibles por la tempestad.
- ‘La vida va, viene y no se detiene’
En esta fiesta melódica no existió ni tiempo ni dolor que haya sido un impedimento para estar presentes. Por lo que a varias mujeres en gestación no les importó estar paradas mucho tiempo y lidiar con el clima para presenciar lo que fue y lo que es hoy Sanz.
Al igual que ellas, un papá y su hija cubiertos por ponchos amarillos iban a paso de tortuga a la salida del concierto, pero su peculiaridad estaba en que ella se valía de un andador plateado para avanzar.
En su pie derecho yacía un yeso cubierto con una funda de basura, eran Byron (42) y Maylin Franco (16) que hace dos semanas habían adquirido las entradas para escuchar las baladas románticas del europeo. Sin embargo, en la adrenalina de jugar fútbol ella se fracturó dos dedos del pie, pero fue una amargura efímera ya que ambos estaban portando las más deslumbrantes caras después de escuchar sus canciones favoritas “la gente fue muy amable con nosotros, nos abrieron paso y nos ayudaban con cualquier cosa que necesitábamos” comparte el padre. También añadió haber disfrutado mucho del concierto, pero que el tiempo no abasteció para que Alejandro cantara más hits de él.