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Walter Zea al final cumplió la promesa de ir de rodillas desde la media cancha hasta el arco.Cortesía Guayaquil Sport

¡El especialista... Walter Zea de rodillas al arco!

El sábado 19 de diciembre del 2020 jugarán la única final de segunda categoría ante Cumbayá, en Otavalo.

Terminó el partido y Guayaquil Sport ganaba 2-0 al Aampetra y clasificaba a la serie B junto a Cumbayá. Ambos jugarán la final única el próximo sábado, en Otavalo.

Pero mientras los jugadores se abrazaban, Walter Zea, el volante de Guayaquil Sport secaba su cara con su camiseta y de rodillas se iba desde la mitad de la cancha hasta el arco en el estadio de Fertisa.

Zea cumplía la promesa que había hecho si llegaba a la serie B.

El festejo de Guayaquil Sporte con Walter Zea (derecha) y toda su alegría.Cortesía Guayaquil City

Walter es el cerebro del equipo, el que pone la pausa, la experiencia y, sobre todo, la calidad.

Y eso de ‘subir equipo’ no es nuevo para el jugador naranjaleño.

Ya lo había hecho con el D. Quevedo de la B a la A, Fuerza Amarilla de la B a la A y ahora Guayaquil Sport de la segunda a la primera B.

“Lo más duro siempre fue jugar con un poco de tensión, cada 15 luchabas por algo, también podías quedar eliminado en 15 días. Esa presión nos sirvió para mejorar cada día”, expresa el volante que ha estado en Rocafuerte, Católica, Barcelona, D. Cuenca, Quevedo, Fuerza Amarilla, El Nacional, River Ecuador, Águilas, Gualaceo y este año llegó a Guayaquil Sport.

El futbolista vio que podían estar en la serie B cuando dejaron en el camino al elenco 3 de Julio, de Santo Domingo. “El equipo pegó un pico alto, luego a La Paz en Manta, en ese instante me convencí que estábamos listos” afirma Zea.

El volante hizo seis goles en el torneo, cuatro de ellos de tiro libre que es su especialidad. “Hay que saber jugar con la posición del arquero y estar seguro si vas a meter un centro o hacer una jugada preparada”, dice sobre sus goles.

CON BUEN RECORRIDO

El ser uno de los más experimentados y haber jugado en muchos equipos es el plus que le dio Zea al plantel guayaco: “Las experiencias que he vivido se las he transmitido a mis compañeros, esto era más en lo psicológico, la forma de manejar la presión, la incertidumbre y la psicología, saber sobrellevarlo nos llevó a la serie B”.

Sobre andar de rodillas al final del partido, Zea confesó: “Había hecho una promesa que si conseguíamos al ascenso me iba de rodillas desde la mitad hasta al arco, era un agradecimiento a Dios. Ha sido un año muy difícil en todo sentido, salí adelante en el ámbito deportivo y familiar”.

Por ahora sueña con ganar la final en Otavalo ante el Cumbayá y pensar en el 2021, son las metas que tiene Zea, un relojito en la cancha.