“Cuando el equipo anda mal, la hinchada lo hace ganar”, reza el conocido dicho futbolero. En el contexto del actual bajo rendimiento de Barcelona y Emelec, sin estrellas destacadas ni opciones de figurar entre los primeros lugares, serán precisamente sus fanaticadas quienes enciendan la fiesta deportiva que comenzó la tarde del domingo 20 de octubre en el estadio Monumental.

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Barcelona SC, bajo el mando de Segundo Castillo, buscaba salir a flote de una temporada marcada por la inestabilidad. Con 13 puntos, la tarea se presenta complicada, pero el equipo no renuncia a sus aspiraciones.

Por su parte, Emelec llegaba al clásico con la necesidad de sumar de a tres para mantener vivas sus esperanzas de clasificar a la Copa Sudamericana. El Bombillo, en un año para el olvido, deberá sobreponerse a sus propios fantasmas y encontrar la fórmula para volver a la senda del triunfo.

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