La final de la Copa Carlos María Castañeda, a finales del 2024, trajo consigo un objetivo ahora cumplido para la Federación de Ligas de Quito (FLQ): la implementación de la herramienta de video asistencia para los árbitros a un nivel superior al coloquialmente llamado ‘VAR Criollo’, pues se implementó ya de manera oficial y reglamentado, a pesar de no tener un aval como tal.

El sistema llegó al deporte barrial como una iniciativa de la organización, que busca otorgar mayor confianza al arbitraje, constantemente cuestionado y que incluso ha desencadenado episodios de violencia contra los jueces.

Según explicó a EXTRA Carlos Gordón, presidente de la FLQ, la idea surgió al notar en su primer año de gestión, que el arbitraje seguía siendo muy resistido. “A pesar de que vamos rotando los jueces, trabajando con siete núcleos arbitrales; que contratamos exárbitros FIFA, otros vigentes, existe esta inconformidad en el deporte barrial”, precisó. De ahí que de la mano del departamento de marketing de la institución y de Gala Deportes, medio oficial que transmite todos sus torneos, diseñaron un sistema para ser implementado en el estadio de La Ofelia, al norte de Quito, donde cuatro cámaras son las destinadas a registrar los partidos: una en cada arco, y dos en cada lado de la cancha, a lo largo.

El desarrollo del sistema

Para David Galarraga, productor de Gala Deportes, esta “fue una idea loca” al principio, pero tras haber presenciado cientos de partidos en los barrios de la capital, vio que la iniciativa podía ser viable y que, sobre todo, “va a ser de gran ayuda, para evitar polémicas”.

El sistema utiliza la misma tecnología de una transmisión. Para ello la FLQ adquirió un monitor que se colocó en la cancha a disposición del árbitro, siendo solo él el que la puede utilizar, según su criterio. Es decir, no existe una cabina, ni jueces asistentes de video, pero sí la opción de que el central revise tras alguna jugada en la que no tiene claridad.

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“Consideramos que podía ser contraproducente tener a alguien en una cabina, porque se podía interpretar que podía existir alguna injerencia. La única comunicación es cuando el arbitro ya pide ver, entonces alguien tiene que manejar el video, retroceder, pausar, etc”, explicó Gordón.

El uso del monitor está aprobado e incluso se puede usar en las distintas ligas barriales, que no deberán pagar más que una garantía para poder trasladarlo para el uso con el sistema de cámaras que tengan o puedan contratar.

Apoyo de la mayoría

Aunque la idea ha tenido algunos detractores al no considerar que cumple los requisitos del VAR a nivel internacional, la mayoría de ligas y deportistas, así como el público, recibieron con agrado la novedad, más aún después del estreno de la herramienta en la final de la Copa Carlos Castañeda, donde el arbitro lo usó en dos jugadas.

Para Galarraga, que pudo monitorear las reacciones a través de redes sociales, la gente acogió la idea de forma positiva. El principal impacto se vio el día que se usó por primera vez, pues el nivel de violencia desde las gradas bajó considerablemente, por lo que considera que irán reduciendo los insultos a los árbitros, lanzamiento de objetos a la cancha e incluso agresiones, que también se han registrado.

De hecho, los primeros en sentirse satisfechos por esta ayuda son los propios arbitros, a decir de Referees del Valle, uno de los núcleo de jueces que trabajan para la FLQ. "Seguimos haciendo historia", publicaron en sus redes, tras haber inaugurado la herramienta de video.

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