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‘Vacilaron’ a la ‘Matosa’ del suburbio
María Reyes se metió en la boca del lobo. El pasado domingo, la famosa ‘Gorda Matosa’, del suburbio de Guayaquil, fue la única emelecista que se atrevió a ver el partido de Barcelona entre numerosos hinchas amarillos, quienes se habían concentrado en el restaurante El rincón del futbolista, en las calles 40 y la I.
Durante los noventa minutos, la mujer no dejó de cruzar los dedos y de morderse los labios. Y, ya de paso, le pedía a los santos que El Nacional le ganara a Barcelona y su Bombillo triunfase ante Católica en Quito. Era la única forma de asegurar la primera etapa. Pero la historia fue bien distinta y, al final de la jornada, abandonó el local cariacontecida.
ENTRE RISAS
Cuando la vieron retirarse, los ‘canarios’ dejaron a un lado el festejo y empezaron a gritarle el típico “uuuuuuu”. Hasta le hicieron una calle de honor para que la ‘Gorda Matosa’ del suburbio se fuera a ‘matar’ el coraje a su casa.
Carlos Anchundia, Guayaquil