Marco Carrasco se 'quemó' las pestañas para obtener su título de cuarto nivel. Fueron cuatro años de “mucho esfuerzo y sacrificio”, pero hoy sonríe con su maestría en Derecho Penal Internacional y Transnacional.

Dice que el camino no fue fácil. Luego de cada entrenamiento, mientras estaba en la concentración e incluso cuando viajaba con el equipo, el zaguero de la Universidad Católica de Quito aprovechaba para estudiar.

“Esta carrera demanda de mucha lectura y cada espacio libre para mí era importante. En cada viaje de cinco o seis horas iba leyendo los códigos penales, civiles... Muchos de mis compañeros se sorprendían, porque en lugar de descansar iba estudiando”, dice Carrasco.

El jugador de 29 años sabe que la carrera de un futbolista “es corta”, por lo que se preocupó en “tener algo” con qué afrontar la vida, cuando se retire de las canchas.

“Mis padres son profesores y siempre me inculcaron la importancia de la educación. He vivido en carne propia lo difícil que es, pero no es imposible estudiar una carrera universitaria y jugar profesionalmente”.

Pero esa dificultad nunca lo hicieron pensar en renunciar a la carrera de derecho, que inició en 2012 cuando jugaba en Macará. “Lo más complicado era cuando tocaba dar exámenes. Una vez tenía que rendir uno, un fin de semana, y los profesores no me quisieron postergar. Así que en un partido me hice sacar la quinta amarilla, para poder estar presente en el examen (risas)”.

Luego de cinco años, en 2017, mientras estuvo en Técnico Universitario, obtuvo su título de abogado y el año anterior se inscribió para la maestría. “No sé cuándo vaya a terminar mi carrera deportiva, pero mi aspiración es ser juez o fiscal, así que necesitaba el título de cuarto nivel”.

La experiencia laboral que ha ganado Carrasco ha sido con casos de sus compañeros de equipo o distintos colegas de otros clubes del país.

“He asesorado a varios jugadores en temas de demandas de alimentos. Otros me han pedido que les ayude a redactar peticiones para cobrar premios. Por ahora no defiendo de lleno, porque el tiempo no me da, pero cuando se presenta algún caso lo derivo a un consorcio jurídico que tengo en Puyo y Ambato”.

En el plano deportivo, el abogado es consciente de que este año no ha sido el esperado, pues apenas ha podido jugar en siete cotejos con la Católica. “Muchos tal vez piensan que me he descuidado un poco, por mis estudios, pero no es así. Todos los días trabajo fuerte y espero ganarme la titularidad en lo que resta del torneo”.

Carrasco espera que sus logros académicos sirvan de inspiración para el resto de futbolistas, pues la carrera deportiva “es pasajera”.