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¡Ni taco ni shawarma!
Jaime Ayoví recordó cuando el Pachuca lo vendió sin preguntarle, lo cual se enteró cuando estaba en Guayaquil. Le bloquearon la visa mexicana
Jaime Ayoví se sintió traicionado por los equipos mexicanos Pachuca y Tijuana. Aseguró que no lo dejaron crecer futbolísticamente. En los mejores momentos de su carrera, como él lo considera, lo vendieron a ligas exóticas (Arabia Saudita en 2012 y China en 2017) sin su consentimiento. “Arruinó mi continuidad en la selección ecuatoriana y no me dejaron ir a la Premier League (de Inglaterra)”, reveló en entrevista para EXTRA.
Después de siete años, la Yoya vuelve para competir en el fútbol ecuatoriano con Guayaquil City, “un reto interesante”, equipo que le sedujo porque en la victoria de los ciudadanos (2-1) a Emelec, en la segunda fecha de la LigaPro (23 de febrero), mostró un buen fútbol. “Ese partido me dolió, pero Guayaquil jugó muy bien”, dijo.
Además, el tricolor recordó cuando su técnico en Emelec (2010), Jorge Sampaoli, le prometió que lo iba a convertir en el goleador del equipo y que lo iban a llamar a la selección absoluta de Ecuador. “Yo pensaba que estaba loco (Sampaoli), porque al inicio no me ponía a jugar (entre risas)”.
En 2010 ‘explotas’ como goleador (23 tantos), ¿qué cambio hubo en Jaime Ayoví cuando regresó a Emelec?
En 2009 me prestan al Manta y tuve el placer de conocer al técnico Fabián Bustos, quien me hizo explotar como delantero, porque en Emelec me hacían jugar como volante. Con el ‘profe’ Fabián empecé a marcar. En el último partido del año (2009) le marqué un gol a Emelec, lo que valió para regresar al club. A los dos días me llamaron y me dijeron que tenía que regresar a Guayaquil porque Jorge Sampaoli (técnico de Emelec en 2010) me había visto y me quería.
¿Qué te dijo Sampaoli cuando regresaste?
Cuando llegué Sampaoli nos juntó a todos y nos dijo que a todos nos iba a sacar lo mejor, que lo único que quería es que trabajemos fuerte. Después de un tiempo él habló conmigo y me dijo que me iba sacar goleador del torneo y que me iba a hacer llegar a la selección. Con el carácter que uno tiene, yo le respondí: “profe, si no me hace jugar cómo me va a sacar goleador” (entre risas) y solo me dijo “vas a ver”. Yo en la mente me decía “este man está loco”. Ya después me hizo jugar y me empezaron a salir las cosas y me llamaron a la selección nacional.
¿Cómo tomaste tu llamado a la Tricolor?
En mi primera convocatoria no sabía que me habían llamado, porque la notificación llegó al club. Sampaoli me llamó y me dijo “¿te acuerdas lo que te dije? Bueno, ya estás en la selección”. Yo en ese momento me puse a llorar. Fue algo muy emocional y ‘bacano’. Tuve un buen año, porque también me sirvió para irme al fútbol internacional, a México.
¿Solo desde México estuvieron interesados en contratarte en 2010?
Estas son las cosas que por ahí uno se arrepiente. Yo en ese momento era inmaduro, tenía 21 años. Tuve propuestas de varios clubes mexicanos y aparecieron los equipos de Aston Villa y West Ham de Inglaterra. En noviembre de 2010 ellos vinieron a Ecuador para verme en algunos partidos.
¿Por qué no te decidiste por las propuestas de Inglaterra?
Ellos hicieron una propuesta y la parte económica no era buena, pero no me interesaba la plata porque era Inglaterra. En ese momento las personas que me manejaban, a las cuales les tengo un gran cariño, me aconsejaron que vaya primero a México, Toluca en este caso, que juega en la altura, y así puedo estar adaptado a la altura de Quito, Ecuador, para rendir más en la selección, donde estaba siendo titular. Llegué a Toluca y después de seis meses me compra el Pachuca, club que me vendió a Arabia Saudita sin decirme nada. Yo no quería ir allá porque tenía 23 años y estaba en mi mejor nivel. Me obligaron a ir para allá (Arabia Saudita).
¿Por qué consideras que te obligaron a ir a la liga árabe?
Yo estaba rindiendo bien en selección y Pachuca. Yo vengo a un partido con la selección (2012) en Quito y después pasé por Guayaquil porque estaba visitando a mi familia. Me entero por las noticias que me habían prestado al fútbol árabe y yo no tenía ni idea. Yo de inmediato llamé a los de Pachuca y les dije que no iba a ir para allá. Después intenté regresar a México y me bloquearon la visa de ingreso. De acá de Guayaquil me tenía que ir directo a Arabia porque ya estaba hecho el traspaso. Me tocó irme y allá me lesioné del peroné (pierna izquierda). Ya después fui a Liga de Quito a préstamo (2013) y regresé a Tijuana (2019).
Cuando estabas en Tijuana se dijo que no te adaptaste a su campo de juego sintético, ¿es verdad?
Sí, fue por eso. Yo venía de la lesión del peroné y ligamento del tobillo. Cuando te operan del tobillo queda totalmente inflamado. Se puede jugar, pero se inflama hasta que pase un tiempo. Jugar en cancha sintética era terrible porque sufrí desgarros, muchas contracturas y no me pude adaptar. Esos tres meses en Tijuana fueron muy complicados porque jugaba un partido y me perdía dos o tres. El impacto en el tobillo, la manera de correr, era muy complicado. Luego tuve la oportunidad de ir a Godoy Cruz (2014), donde mi carrera se realzó.
¿En Argentina es donde se vio tu mejor versión?
Sin duda alguna. Voy a un fútbol muy competitivo y no fue fácil la adaptación. Los primeros meses casi no jugaba. Recuerdo que yo le dije a mi representante que me quería ir porque no me dejaban jugar. Empecé a prepararme mejor y trabajar más fuerte y finalmente tuve muy buenas temporadas, y vuelve a surgir el interés del West Ham (Inglaterra) y también vino la propuesta de la poderosa China, liga donde tampoco me quería ir. Yo pensaba que esa era mi gran oportunidad para ir finalmente al fútbol inglés.
Entonces, ¿por qué terminaste yendo a la liga china?
Godoy Cruz ya me vendió porque solo tenía el 50 por ciento de mi pase y el otro 50 por ciento lo tenía Tijuana, y si uno aceptaba la oferta la otra parte estaba obligada a venderme. A Tijuana le interesó mucho la oferta. No me quería ir porque también tenía Copa Libertadores con Godoy Cruz, que me tenía en planes para el siguiente año. Aparte ya me había convertido en un referente del club.
En la selección de Ecuador debutas en 2010, ¿por qué crees que no tuviste regularidad en la Tricolor?
Mi traspaso al fútbol árabe, justo cuando era titular en la selección, me complicó venir porque eran dos días de viaje y ya llegaba al última día de entrenamiento, llegaba agotado. Eso me pasó factura. Arruinó mi continuidad en la selección al ciento por ciento. En mi mejor momento en Argentina me mandaron a China y no podía venir. Esas son las dos cosas de las que aún me arrepiento.
Luego de siete años regresas al fútbol ecuatoriano, ¿qué te llamó la atención de Guayaquil City?
En mi cabeza estaba jugar, ganar minutos y en Argentina no había fecha de regreso. En cambio, acá ya había una fecha. Me motivó mucho venir a Guayaquil City porque es un equipo que juega un buen fútbol y eso me di cuenta cuando le ganó a Emelec (2-1) en Capwell (23 de febrero). Me dolió mucho, pero me quedé con eso y es lo que me ayudó a decidirme por ellos. Además, mi familia vive acá (Guayaquil) y eso pesa mucho también.
¿Emelec estuvo interesado en contratarte?
Estoy muy agradecido con Nassib Neme (presidente eléctrico) porque es un caballero, es una persona seria y frontal. Ellos querían contar conmigo a partir del próximo año, porque como todos sabemos ellos ya tienen un equipo conformado y por la pandemia de coronavirus renovaron a algunos hasta diciembre y por eso no pude llegar a Emelec. Ahora estaré con Guayaquil City hasta diciembre y ya veremos si en futuro llegó a Emelec, porque me quiero sacar la ‘pica’ de la final que no ganamos en 2010 a Liga de Quito (entre risas).