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Un sueño llamado Catar
El cambio de hora, las costumbres y la idea de que era un país muy caro fueron temas tabúes al inicio en Doha.
Las dudas de ir al Mundial de Catar 2022 iban más allá del deporte. La cultura y sobre todo las costumbres eran un enigma. Llegar a este evento tenía algo de misterio, como el de Sudáfrica 2010.
Fuimos los últimos en embarcarnos. Solo teníamos los primeros cuatro días de hotel, del 15 al 18 de noviembre, el resto donde dormir, ni idea.
El hotel cinco estrellas que habíamos pagado costaba $ 65 la noche, pero a partir del 19 de noviembre, el precio subía un 669%: a $ 500.
Salimos por la ruta Guayaquil - Nueva York - Doha, esta última de doce horas y media de viaje, entre medio dormir y comer, porque en esos aviones que van al Medio Oriente parece que tienen la idea que debemos de bajarnos con sobrepeso en el cuerpo.
Llegamos a Doha. La entrada fue de lo más fácil, ni Policía de Migración vimos, todo era computarizado. Y comenzamos a vivir el día más largo de nuestra vida. Salimos de Nueva York a las 02:00 del 15 de noviembre, pero llegamos a Doha a las 21:00 del mismo día, debido a la diferencia de 8 horas. Pero no fue día de descanso, la Tricolor llegaba a las 24:00 y salía directo al hotel, así que tuvimos que cubrir su arribo a Catar.
Era de madrugada, pero recién amanecía en Ecuador, entre videos, envío de notas y el internet nos dieron las 05:00. Recién a esa hora ir al hotel. Teníamos dudas por el precio y pensábamos que era uno de ‘medio pelo’, pero la realidad era brutal. Era un cinco estrellas. Allí nos esperaba un banquete de frutos secos con guineo de Ecuador, todo un lujo allá.
Después de la ‘jama’, la cama invitaba a dormir... solo invitaba, porque el sueño se había ido. No se durmió nada. ¡Bienvenidos a Catar, 48 horas sin acostarnos a pegar un ojo!
UBER, TAXI Y METRO
Los únicos que nos ‘vieron la cara’ en Doha fueron los taxistas del aeropuerto. Igual como en todos los países, las carreras que en realidad costaban apenas $ 10 en las aplicaciones, ellos las cobraban el triple. Pagamos ‘piso’ de entrada.
Luego con las aplicaciones en internet, las carreras que en Guayaquil se pagan unos $ 5, allá no llegaban a $ 2. Y 24 horas después éramos unos especialistas del Metro de Doha, podría ser el mejor del mundo. Una limpieza increíble a cero costo.
@extraec ¡CATAR, PAÍS CON OTRAS CULTURAS! 🫶🏻 👉🏻Nuestro enviado Jerson Ruiz sigue disfrutando de las pocas horas que le quedan en suelo catarí antes de su regreso a Ecuador. En su visita por el Mundial, conoció a muchos indios con los que compartió una singular comida. ¿De qué se trata? - #qatar2022 #mundial ♬ sonido original - Extraec
DORMIR
Cuatro días duró la vida de millonario en hoteles cinco estrellas. El sábado, antes del debut de Ecuador, eran las 21:00 y no había dónde dormir. Diez llamadas a los amigos para que ayuden... todavía esperamos respuesta.
Había una posibilidad en ‘Mucho Lote de Doha’. Así llamaban los ecuatorianos a las ciudadelas-dormitorios que se habían construido por el Mundial. A $ 86 la noche en habitaciones con una cama de plaza y media; pero el detalle era que estaban lejos, había que gastar cerca de 4 horas entre ida y venida, desde el centro de Doha, donde estaba toda la acción.
Comenzamos a buscar otras opciones, como los famosos alojamientos en casas, pero no había. Entre tantas llamadas, Anthony Joseph, un hindú, estaba colocando gente para dormitorios compartidos. Era decidir en segundos, te quedas en el centro o te vas a lo más lejos de Doha.
Una habitación de cuatro camas era el destino y con la cultura de la India por aprender sí o sí. Al dormitorio se entraba sin zapatos y a dormir, nada de andar con el celular. A las 05:00 se levantaban a rezar en dirección a la Meca. Un contador, un chef y un chofer eran los nuevos amigos de habitación. En realidad se los veía poco, se llegaba a dormir a las 01:00 de Catar y luego un show de ronquidos. Al final terminamos siendo amigos por minutos.
COMIDA
La alimentación no fue problema, el buen pollo, asado, frito o en shawarma, estaba a la orden del día. Los shawarmas en el centro de Doha estaban a $ 5, pero en los barrios un poco apartados no llegaban a los $ 2; el minipollo asado costaba $ 6 y venía con una megatortilla, pero a muchos turistas les pasó que cuando estaban cerca de un catarí o uno de Arabia Saudita estos le hacían conversación, se tomaban fotos y al final cuando se iban hasta pagaban la cuenta, era un detalle de los árabes.
ZONAS PROHIBIDAS
El tema del licor, las playas y la prostitución era un tabú cuando llegamos. Pero como en todas partes del mundo lo prohibido siempre está presente, la cerveza sí había, en las playas las árabes se bañaban con sus trajes, las turistas mostraban todo y las chicas que te daban los ‘masajes completos’ a $ 80 también estaban, pero todo era de manera ilegal, era un tema de tratar con tino.
LA TOS
Los cataríes le colocaron aire acondicionado a todo lo que podían, en los estadios hacía más frío que en Quito. Los centros de prensa igual y en el Metro parecía que estabas en Riobamba, pero cuando salías a la calle el sol te devolvía a la realidad, la mayoría andaba con tos y gripe, esa era una preocupación debido a que no nos podíamos enfermar.
LA TRI
La presencia de más de 5.000 ecuatorianos hizo que a ratos el único mercado popular que se llamaba Souq Waqif pareciera que era Ecuador, ver la bandera del país nos llenaba de emoción. Nos queda el recuerdo de un Mundial diferente, lleno de sorpresas y tabúes que en realidad no eran como nos lo habían dicho.
@extraec #Catar2022 | ¿Qué tan caro o barato en comprar en #Doha? ¡Lo averiguamos! 🏪🛒🍪 #Ecuador #CopadelMundo #Compras #descuentos #tendencias ♬ sonido original - Extraec