Las oriundas del Oriente ecuatoriano, Silvia Buonarrotti y su sobrina Jessenia Calle, de 36 y 27 años, respectivamente, están dichosas en Guayaquil. Les encanta el clima, la comida y, sobre todo, porque se realizan torneos femeninos amateurs de sóftbol, disciplina que practican desde que llegaron al Puerto Principal en 2012.

Es más, tanta es su afición por el deporte de la bola suave, que prefieren salir a ver partidos y no quedarse en la casa viendo televisión. La noche del pasado miércoles 21 de septiembre de 2022, saltaron y disfrutaron en la final del torneo masculino Copa Salas, que se disputó en la cancha del Parque de la Kennedy, norte de Guayaquil, y lo ganó Pipes Club.

“Nosotras no somos hinchas de ninguno de los equipos, tampoco conocemos a los jugadores, pero venimos porque nos gusta este deporte. Si nos quedamos en la casa no hacemos nada. El sóftbol es entretenido, algo diferente al fútbol. Acá se nos pasa el tiempo muy rápido”, dijo Buonarrotti, quien reside en Chongón.

“Así se juega, muchachos”, “buena atrapada”, “buen batazo”, “estírate y tírate para que llegues”, se le escuchó gritar durante el juego, desde las gradas del ‘diamante’ de la Kennedy. Ella no conocía a nadie, pero la emoción hizo que viviera el choque como si estuviera vibrando por su equipo.

“Este deporte debería tener más apoyo, se lo debería de tener más en cuenta. No tenemos una selección femenina por falta de apoyo, pero hay muy buenas jugadoras. Yo vine hace diez años a ver un partido y me gustó, pero en todo este tiempo no he visto que se le haya dado importancia”, acotó Buonarrotti.

EXTRAÑÓ EL DEPORTE

Así mismo, Jessenia Calle empezó a jugar sóftbol en 2012. Se enganchó ‘de una’, sin embargo, al año siguiente (2013) ya no pudo seguir practicándolo porque regresó al Oriente, lugar donde no se desarrolla esta disciplina.

“Recién hace seis meses volví a jugar, porque en el Oriente no hay este deporte. Busqué equipos, pero nunca encontré. En la única ciudad que he visto que juegan torneos de sóftbol femenino es acá”, acotó Calle.

EN LA FINAL SE DIERON CON TODO

Pipes Club se consagró campeón del torneo masculino amateur Copa Salas de la Liga Miguel Valero, luego de ganar dos de los tres partidos que disputaron en la final al equipo Amigos del Sur.

Y el trofeo del jugador más valioso de la competencia fue para Manuel Abril, de Pipes.